LD (EFE) Los tres condenados por los atentados de Bali en octubre de 2002 que esperan a ser ejecutados en Indonesia son asesinos y cobardes que se merecen el castigo, afirmó el primer ministro australiano, Kevin Rudd. Y es que el mandatario se pronunció así después de que los terroristas aseguraran no arrepentirse de haber llevado a cabo los ataques con bomba que costaron la vida a 202 personas, entre ellas 88 australianos.
Desde la cárcel, Amrozi, uno de los tres condenados a la pena capital junto a Imam Samudra y Ali Ghufron, señaló que "si somos ajusticiados, será un acto criminal más importante porque se estará matando a guerreros santos".
El primer ministro australiano discrepó y subrayó que "ellos se describen como guerreros santos, pero yo creo que no son más que cobardes y asesinos, y francamente pueden hacer todas las amenazas que quieran". Apostilló que por ello, "se merecen la justicia que se va a hacer con ellos".