El presidente lituano niega que vaya a presentar su dimisión

L D (EFE) "Mis intenciones son claras y unívocas: no pienso hacerlo (dimitir), ante todo porque no me siento culpable, mientras que la dimisión supone el reconocimiento indirecto de la culpabilidad", decía Paksas durante una rueda de prensa en la capital.

Mientras, la Comisión Especial que estudia la posible destitución del presidente lituano por supuesta corrupción y relación con grupos mafiosos ha iniciado este lunes las audiencias para escuchar a unos 40 testigos citados a declarar sobre el caso. Hace una semana, Paksas se negó a participar en una reunión de esta Comisión Especial, integrada por juristas independientes y diputados y que antes del próximo 13 de febrero deberá dictaminar si es culpable y debe ser destituido por el Parlamento.

El presidente ha reiterado que no puede asistir a la reunión de la comisión porque no ha recibido formalmente las acusaciones, a pesar de que el presidente de la comisión, Julius Sabatauskas, afirma que ya le fueron entregados. El Parlamento lituano creó en la última semana de 2003 esta comisión que debe decidir si apoya o refuta las acusaciones formuladas contra Paksas por los servicios secretos y que ya fueron confirmadas por un comité del Legislativo que llevó a cabo una investigación preliminar.

Paksas, en dos ocasiones primer ministro, ex alcalde de Vilna y elegido en enero de 2003 presidente del país, es vinculado a un mafioso ruso a través de su asesor Remigijus Acas y está acusado de poner en peligro la seguridad del Estado. El escándalo saltó cuando los servicios secretos revelaron que la campaña electoral de Paksas fue sufragada por el empresario ruso Yuri Borísov, nacionalizado lituano y a quien se acusa de exportar ilegalmente armas a Sudán. El Departamento de Seguridad del Estado (VSD) dijo que Paksas filtró información secreta útil para las empresas de Borísov y le prometió un cargo público a cambio de más de 400.000 dólares para su campaña presidencial.