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El presidente Kirchner pone al frente de las Fuerzas Armadas a “hombres de su absoluta confianza”

Néstor Kirchner, presidente de Argentina, ha comenzado a aplicar su plan para la renovación de la cúpula militar con el nombramiento del general Roberto Fernando Bendini como nuevo jefe del Ejército. La designación es parte de una veintena de cambios que Kirchner decidió introducir en la composición de la dirección castrense con el objetivo de poner al frente de las Fuerzas Armadas Argentinas hombres de su absoluta confianza.

LD (Agencias) El nuevo mandatario de Argentina nombrará como jefe del Ejército al general Roberto Fernando Bendini, quien reemplazará al teniente general Ricardo Guillermo Brinzoni. El mandatario argentino también decretó el pase a retiro del jefe del Estado Mayor Conjunto, el teniente general Juan Carlos Mugnolo, quien será reemplazado el próximo viernes por el brigadier mayor Jorge Chevalier, actual jefe de Operaciones de la Fuerza Aérea. Asimismo, el próximo cuatro de junio asumirá el cargo como jefe de la Armada el contraalmirante Jorge Omar Godoy, actualmente comandante del Area Naval Austral, también en el sur argentino, mientras que el cinco de ese mismo mes al frente de la Fuerza Aérea accederá el brigadier Carlos Rohde, actual jefe de Planeamiento de esa fuerza.

La renovación del alto mando militar es la primera medida de peso que toma Kirchner desde que asumió la presidencia de Argentina el pasado domingo. Ese día, en su discurso ante la Asamblea Legislativa que lo invistió como presidente de Argentina hasta diciembre de 2007, Kirchner afirmó que quería unas Fuerzas Armadas modernas y "comprometidas con el futuro y no con el pasado". El nuevo gobernante argentino, un perseguido por la dictadura militar que gobernó el país entre 1976 y 1983, se declaró varias veces en contra de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final que permitieron dejar libres a los altos mandos responsables del gobierno de facto.

El flamante ministro de Defensa, José Pampuro, explicó que el mandatario argentino quería tener al mando de las fuerzas castrenses hombres de su total confianza. "No hay purga ni persecuciones", aseguró Pampuro, quien sostuvo que cambios de esta naturaleza son "absolutamente normales" en el inicio de un nuevo gobierno. Los salientes altos jefes militares evitaron pronunciarse públicamente sobre el asunto.

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