(Libertad Digital) El ex presidente de Argentina, Fernando de la Rúa, ha sido citado para prestar declaración indagatoria, como sospechoso de la muerte de cinco manifestantes ocurrida el 20 de diciembre de 2001. Según informa el periódico español El Mundo , De la Rúa debía declarar el pasado tres de julio, pero sus abogados pidieron una postergación del trámite aduciendo que su defendido se hallaba muy dolorido por un implante dental. La juez hizo lugar a la solicitud y aplazó el momento de su declaració hasta el próximo quince de julio.
La juez argentina María Servini citó al ex presidente para que explique cómo se desarrolló la represión policial del veinte de diciembre del 2001, día en que renunció de su cargo; represión que dejó a cinco manifestantes muertos y varias decenas de heridos en los alrededores de la Plaza de Mayo de Buenos Aires. En el caso están procesados Jorge Santos, ex jefe de la Policía Federal argentina, y el ex secretario de Seguridad, Enrique Mathov.
Las cinco muertes a cuenta de las cuales viene el caso se produjeron el 20 de diciembre de 2001, en medio de una oleada de manifestaciones contra el presidente De la Rúa. En los disturbios, la turba destruyó y saqueó comercios y supermercados, y sólo se disipó tras la actuación de la policía. Los disturbios se detuvieron cuando De la Rúa renunció a su cargo, que ocupaba desde hacía dos años.
La juez argentina María Servini citó al ex presidente para que explique cómo se desarrolló la represión policial del veinte de diciembre del 2001, día en que renunció de su cargo; represión que dejó a cinco manifestantes muertos y varias decenas de heridos en los alrededores de la Plaza de Mayo de Buenos Aires. En el caso están procesados Jorge Santos, ex jefe de la Policía Federal argentina, y el ex secretario de Seguridad, Enrique Mathov.
Las cinco muertes a cuenta de las cuales viene el caso se produjeron el 20 de diciembre de 2001, en medio de una oleada de manifestaciones contra el presidente De la Rúa. En los disturbios, la turba destruyó y saqueó comercios y supermercados, y sólo se disipó tras la actuación de la policía. Los disturbios se detuvieron cuando De la Rúa renunció a su cargo, que ocupaba desde hacía dos años.