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El presidente electo de Taiwán aboga por un tratado de paz con China

El candidato opositor del Partido Nacionalista de Taiwán, Ma Ying-jeou,ha ganado las elecciones presidenciales. Tras su victoria dijo que busca "la normalización económica con China y la firma de un tratado de paz".  Los referéndums convocados en paralelo a las presidenciales sobre el nombre con el que Taiwan debía ingresar en la ONU han fracasado por la baja participación.

L D (EFE) Según datos del Consejo Central Electoral, Ma ganó los comicios presidenciales de Taiwán celebrados hoy con el 59 por ciento de los votos, contra el 41 por ciento de su rival, Frank Hsieh.
 
La victoria de Ma pone fin a ocho años de gobiernos independentistas y confirma que los taiwaneses apoyan las propuestas de cambio pero sobre todo los resultados se interpretan como un rechazo a las políticas económicas del actual presidente taiwanés, Chen Shui-bian.
 
Ma, en rueda de prensa tras su victoria, señaló que aplicará prioridades en sus objetivos para mejorar los lazos con China. "Comenzaremos por la normalización económica y la firma de un acuerdo global de cooperación económica, para luego pasar a la firma de un acuerdo de paz y negociaciones políticas", declaró Ma.

El presidente electo de Taiwán también pidió a China que retire los misiles que apuntan a la isla antes de negociar y prometió que durante su mandato no declarará la independencia. "La prioridad en mi gobierno será mejorar la situación económica", puntualizó Ma.

El dirigente del opositor Partido Kuomintang también anunció que viajará al extranjero antes de tomar posesión de la presidencia el 20 de mayo, para entrevistarse con dirigentes de otros países. Ma agradeció la felicitación de su contendiente en los comicios, Frank Hsieh, del Partido Demócrata Progresista (PDP), quien hizo un llamado a sus partidarios para que cooperen con Ma.

 
"Los taiwaneses votaron por el cambio y el pragmatismo, y en contra de las políticas nacionalistas radicales del actual presidente taiwanés, Chen Shui-bian, pero no por una integración con China". Éste era el análisis de los resultados del profesor Raymond Wu, de la Universidad de Fujen.
 
La llegada al poder de Ma supone la entrada de un aire más conciliador hacia China. No niega la unión con Pekin pero lo sitúa en un horizonte lejano y en una época en la que exista democracia en el país. Ma, de hecho, se comprometió en campaña a no establecer una negociación o un calendario de reunificación con China en su mandato.
 
No obstante, el líder del KMT sí ha manifestado su deseo mejorar las relaciones políticas con China y favorecer la integración económica. En concreto se ha expresado su intención de firmar un acuerdo de paz con China y una mayor disponibilidad para aceptar acuerdos políticos y económicos aceptables para ambas partes.
 
La clave de su victoria estuvo, más que en el apoyo a su Partido Kuomintang, en el desencanto del electorado con el manejo de la economía por parte del actual Gobierno, coinciden expertos de todos los bandos en la isla.
 
Los 200.000 empresarios taiwaneses que llegaron de China para las elecciones serán los primeros beneficiados del cambio de Gobierno, ya que Ma ha prometido la liberalización de los lazos de transporte, comercio e inversiones en el estrecho.
 
La primera medida de Ma será "mejorar las relaciones con Estados Unidos, que envió dos portaaviones y otros buques de guerra a patrullar las aguas cercanas a la isla para disuadir a China del uso de las armas",afirmó el observador político Huang Chih-liang.
 
Referéndum sobre el registro en la ONU
 
Por otra parte, los dos referendos para el ingreso en las Naciones Unidas que coincidían con las presidenciales se saldaron con un estrepitoso fracaso pues no alcanzaron el 50 por ciento necesario para que sus resultados sean vinculantes, según la comisión electoral.

En el primer referendo de ingreso en la ONU bajo el nombre de Taiwán, propuesto por el independentista Partido Demócrata Progresista (PDP), más de 5,5 millones votaron a favor frente a poco más de 351.000 en contra, con una participación electoral del 35,81 por ciento.

El segundo referendo, sobre el ingreso pero con el nombre oficial de República de China, patrocinado por el opositor Kuomitang, 4,49 millones de ciudadanos votaron a favor y más de 721.000 en contra, con una participación también insuficiente del 35,72 por ciento.

 
El candidato opositor y posible nuevo presidente de Taiwán había promovido la abstención en la consulta y en consecuencia el resultado se puede leer como otra victoria para el líder nacionalista.
La posibilidad de que Taiwán entrara en la ONU sin incluir el nombre oficial de República Federal se interpretaba en China como un desaire y un intento más de la Isla de alejarse de una futurible unificación.
 
Y es que el régimen comunista chino mantiene sus ambiciones soberanistas sobre Taiwán; mientras que los taiwaneses se mueven entre las posturas más independentistas y las más conciliadoras que en cualquier caso rechazan la reunificación hasta que Pekin no sea una democracia.

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