L D (EFE) Nabih Berri es el dirigente de la milicia chií Amal, menos poderosa que Hizbolá y actualmente su aliada, tras años de enemistades y de combates. "Todos los libaneses compartimos nuestro derecho a la resistencia (contra Israel), y lo que se pide es el control de las armas de agresión, más que las de resistencia", dijo Berri a una pregunta sobre si apoya la exigencia de desarme de Hezbolá, recogida en la resolución 1559 de la ONU.
Además, dijo que "el derecho de autodefensa es legítimo, e Israel sigue ocupando nuestras granjas, y viola nuestras fronteras todos los días". Denunció que Israel ha violado las fronteras libanesas "doce mil veces" desde que retiró sus tropas del Líbano en mayo de 2000, "y nadie le ha preguntado por estas violaciones".
Este lunes, el líder druso libanés Walid Yumblat atacó por primera vez con dureza a Hezbolá y le colocó en el difícil brete de definirse como un brazo de Siria o un partido libanés. "Hezbolá contribuye a que el Líbano aún sea rehén del régimen de Damasco. Se le exige que anuncie su alineamiento con el Líbano más que con Siria", dijo Yumblat a un grupo de periodistas en su fortificado palacio de Mujtara, donde se protege de posibles ataques contra su vida.