L D (EFE) "Los pueblos de ambos lados del estrecho de Taiwán tienen antepasados comunes y comparten un legado cultural e histórico similar, por lo que debemos buscar el entendimiento mutuo y la cooperación", dijo Chen.
El mandatario también solicitó a China que acepte "la decisión democrática del pueblo de Taiwán en las próximas elecciones presidenciales y reiteró su rechazo a las "amenazas bélicas" de Pekín.
"Nadie puede exigirnos que aceptemos la amenaza militar como parte de la vida y sería un error aún más grave interpretar los esfuerzos del pueblo taiwanés por practicar la democracia y mantener la paz como una especie de "provocación", apuntó. Chen aseguró que no declarará la independencia formal de la isla y que desde su llegada al poder ha intentado "crear un ambiente positivo para las relaciones entre las dos partes del estrecho de Taiwán basadas en los principios de reconciliación, cooperación y paz".
El presidente se quejó de la falta de respuesta positiva por parte de China y aseguró que la política taiwanesa hacia el país comunista es "de avance pragmático y firmeza". Añadió que la experiencia de democratización y desarrollo de Taiwán puede ser de gran ayuda para China y que los líderes de ambas partes deben compartir la idea de que "la seguridad, felicidad y bienestar de los pueblos son los mayores valores".
Según los analistas, con su discurso Chen pretende mostrar un grado de flexibilidad a China pero sin suspender el plan de convocar un referéndum en marzo de 2004 para que Pekín retire los misiles próximos a Taiwán y renuncie al uso de la fuerza contra la isla.