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El presidente de Perú renueva su gabinete en un último intento de superar la crisis política

El presidente de Perú, Alejandro Toledo, tomó este lunes juramento a un gabinete ministerial renovado, que de acuerdo a la oposición política y sectores sociales constituye su última oportunidad para enmendar el rumbo y evitar una eventual interrupción de su mandato de cinco años.

L D (EFE) El equipo de gobierno anunciado el domingo último por el presidente del Consejo de Ministros, Carlos Ferrero, ha sido remodelado casi en el cincuenta por ciento de sus quince carteras, al ingresar siete nuevos titulares.

Entre los cambios figura el importante Ministerio de Economía y Finanzas, al que volvió Pedro Pablo Kuczynski, que tuvo el mismo cargo en el primer gabinete de Toledo, cuando inició su gobierno el 28 de julio del 2001. También el relevo en los ministerios de Justicia y de Transportes y Comunicaciones, en los que hoy prestaron juramento Baldo Kresalja y José Ortiz, respectivamente, independientes como los otros entrantes, en cargos que eran ocupados por militantes del Frente Independiente Moralizador (FIM), partido aliado al gobierno.

De esas carteras salieron Fausto Alvarado y Eduardo Iriarte, que lo hicieron tras la decisión adoptada por el FIM, que lidera el embajador de Perú en España, Fernando Olivera, de alejarse de cargos en el Ejecutivo para permitir más amplitud al presidente Toledo al elegir al nuevo gabinete. Los otros que juramentaron fueron Javier Sota como ministro de Educación, Pilar Masetti (Salud), Javier Neves (Trabajo), Alfonso Velázquez (Producción) y Jaime Quijandría, que hasta el domingo fue titular de Economía y Finanzas y hoy asumió en la cartera de Energía y Minas.

Al nuevo gobierno se le ha llamado gabinete de consenso o "conversado", porque Toledo y Ferrero se reunieron con líderes de partidos políticos y de sectores empresariales y sociales en consultas para su integración. No obstante, a las citas no asistieron el Partido Aprista Peruano (PAP), principal fuerza de oposición y liderada por el ex presidente Alan García (1985-1990), quien opinó que las conversaciones buscaban "un simple cambio de nombres" cuando lo que se necesitaba era "un radical" cambio de políticas.

La crisis política peruana se desencadenó hace tres semanas tras las denuncias de corrupción contra el ex asesor legal de Toledo César Almeyda, la dimisión del vicepresidente primero Raúl Diez Canseco y por la baja aceptación popular del presidente, que según las encuestas roza el 7 por ciento.

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