L D (Agencias) La destitución del ministro del Interior no es el único cambio en este país centroasiático. El secretario de prensa de la presidencia kirguís, Abdil Seguizbáyev, anunció que Keneshbek Dushebáyev será el nuevo titular de Interior, mientras Marat Sutalinov es el nuevo fiscal general de Kirguizistán, informó Efe .
El nuevo ministro encabezaba hasta ahora el departamento de Interior de Bishkek, mientras Sutalinov estaba al cargo del departamento de Defensa de la administración presidencial. El portavoz no explicó las razones de las destituciones, aunque estas podrían estar vinculadas con la muerte de varios manifestantes el domingo pasado en la ciudad meridional de Jalal-abad, incidente condenado por la comunidad internacional.
El sur del país lleva varios días de protestas violentas que estallaron tras las elecciones legislativas, tachadas de "fraudulentas" por la oposición. Por esto, las autoridades han reforzado en las últimas horas la presencia policial en la plaza central y los edificios públicos en Bishkek como medida preventiva ante las protestas convocadas por la oposición en el centro de la capital kirguís.
A pesar de que la oposición ha establecido un Gobierno paralelo en las regiones meridionales de Osh, Jalal-abad, la noroccidental de Talás, el extremo suroriental de Batken, y la región central de Narin, Akáyev negó que tenga previsto declarar el estado de excepción en el país. El presidente kirguis, en poder desde 1990, señaló que "la actual crisis no tiene ni puede tener una solución de fuerza. Todos los problemas deben resolverse por la vía política".
Akáyev, el único dirigente centroasiático sin bagaje comunista, prometió este martes durante la primera sesión del nuevo Parlamento, al que calificó de "legítimo", que "nunca permitirá el estallido de una revolución 'de color'" como en Ucrania o Georgia.
El nuevo ministro encabezaba hasta ahora el departamento de Interior de Bishkek, mientras Sutalinov estaba al cargo del departamento de Defensa de la administración presidencial. El portavoz no explicó las razones de las destituciones, aunque estas podrían estar vinculadas con la muerte de varios manifestantes el domingo pasado en la ciudad meridional de Jalal-abad, incidente condenado por la comunidad internacional.
El sur del país lleva varios días de protestas violentas que estallaron tras las elecciones legislativas, tachadas de "fraudulentas" por la oposición. Por esto, las autoridades han reforzado en las últimas horas la presencia policial en la plaza central y los edificios públicos en Bishkek como medida preventiva ante las protestas convocadas por la oposición en el centro de la capital kirguís.
A pesar de que la oposición ha establecido un Gobierno paralelo en las regiones meridionales de Osh, Jalal-abad, la noroccidental de Talás, el extremo suroriental de Batken, y la región central de Narin, Akáyev negó que tenga previsto declarar el estado de excepción en el país. El presidente kirguis, en poder desde 1990, señaló que "la actual crisis no tiene ni puede tener una solución de fuerza. Todos los problemas deben resolverse por la vía política".
Akáyev, el único dirigente centroasiático sin bagaje comunista, prometió este martes durante la primera sesión del nuevo Parlamento, al que calificó de "legítimo", que "nunca permitirá el estallido de una revolución 'de color'" como en Ucrania o Georgia.