En una entrevista concedida a la agencia Reuters recogida por Europa Press y concedida en las afueras de lo que queda del palacio presidencial, René Preval se mostró completamente abatido, aseguró que lleva dos días sin poder dormir e hizo hincapié en la necesidad de comenzar a levantar el país cuanto antes. "Debemos reconstruir todo. El palacio se cayó, el Parlamentó está destruido, el Palacio de Justicia se vino abajo", lamentó.
Su gobierno ha estimado en 140.000 los fallecidos por el seísmo y ha dicho que al menos tres cuartas partes de la capital, Puerto Príncipe, necesitarán ser reconstruidas. Sin embargo, el mandatario prefirió no hacer estimaciones sobre el número de víctimas e indicó que, según el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), "se necesitan más de 500 millones de dólares" para comenzar a levantar de nuevo el país.
También relató la situación personal en la que se encuentra. Su vivienda, situada en el interior del palacio presidencial, ha quedado completamente destruida. Por ahora se aloja en el interior de la parte del edificio presidencial que ha quedado en pie, que ahora es empleada como una comisaría.
"Virtualmente no hay teléfonos (funcionando) (...) Incluso se me hace difícil llamar o reunirme con el primer ministro", relató Preval, mostrando su Blackberry. También expresó su preocupación por la escasez de combustible para coordinar las tareas de asistencia y garantizar el funcionamiento de los hospitales. "Debemos asegurarnos que hay gas disponible para las empresas de teléfonos celulares y para los camiones que recolectan los cuerpos. Los hospitales están llenos, están abrumados", dijo el presidente.
Camiones llenos de cadáveres estuvieron trasladando a los muertos a fosas comunes excavadas a las afueras de la ciudad. El Gobierno aseguró este viernes que al menos 40.000 personas habían sido enterradas ya, pero se cree que aún hay decenas de miles de cuerpos más sepultados bajo los escombros.