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El presidente Alexandre pide que el nuevo Gobierno de Haití sea de reconciliación nacional

El "consejo de sabios" designará este martes al nuevo primer ministro de Haití, a quien el presidente del país, Boniface Alexandre, le augura una difícil tarea para sacar a la nación más pobre de América de su grave crisis social, política y económica en la que está sumida. En su discurso de toma de posesión, Alexandre pidió que el Gobierno que se nombre sea de reconciliación nacional de acuerdo con todos los partidos políticos.

LD (EFE) Boniface Alexandre, que por mandato constitucional, como presidente del Tribunal Supremo, se hizo cargo de la jefatura del Estado el pasado 29 de febrero tras la caída de Jean-Bertrand Aristide, tomó este lunes posesión del cargo en una ceremonia en el Palacio Presidencial.
 
El nuevo presidente interino de Haití, de 68 años, es magistrado, profesor de Derecho y un reconocido jurista nacido en el seno de una familia humilde en Ganthier, al noroeste de Puerto Príncipe. Está casado y tiene cuatro hijos. Ante ministros, jueces, dirigentes sociales y políticos, los siete miembros del "consejo de sabios", que nombrarán al primer ministro, y embajadores extranjeros, el presidente hizo un discurso breve y cargado de buenas intenciones.
 
Boniface Alexandre no ocultó la gravedad de la situación e instó al próximo Gobierno a convocar elecciones "para salir de esta crisis social, política, de justicia y moral, que nos ha puesto al borde de la guerra civil". Además de reconocer a la comunidad internacional la "solidaridad" mostrada con Haití, agradeció a las fuerzas multinacionales su presencia que, por el momento, se ha limitado a la protección de distintas instalaciones, y les solicitó de manera implícita una participación más activa para ayudar al logro de esta tarea.
 
El primer ministro que se nombre deberá reemplazar al impopular ahora Yvon Neptune, quien se negó a dimitir tras la huida de Aristide y permanece protegido por las fuerzas estadounidenses. En el camino de la reconciliación uno de los problemas más acuciantes que tendrá el nuevo Gobierno será tratar de desarmar a todos los grupos que aún actúan en el país, en particular a los "chimeres", bandas violentas de partidarios de Aristide. Sin embargo, se han repetido los llamamientos al partido que soportaba el régimen del depuesto presidente, Familia Lavalas, para que participe de forma pacífica en el futuro de Haití, porque el nuevo Gobierno estará "abierto a todos los que quieran formar parte de la solución de este país", según afirmó Alexandre.

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