El Pentágono considera “listas” las tropas de EEUU para comenzar el ataque

LD (Agencias) Donald Rumsfeld y el jefe del Comando Unificado Central, general Tommy Franks, celebraron una reunión con el presidente Bush a la que también asistieron el secretario de Estado, Colin Powell, el director de la Agencia Central de Inteligencia, George Tenet; y los jefes de Estado Mayor del Ejército, la Infantería de Marina, la Fuerza Aérea y la Marina de Guerra. Rumsfeld y Franks intercalaron repetidas veces en sus declaraciones a los periodistas la frase de que el presidente Bush “todavía no ha tomado una decisión sobre la acción militar”. EEUU ha situado contingentes de sus Fuerzas Especiales en Irak hace más de un mes, y los aviones de EEUU y el Reino Unido han intensificado en las últimas dos semanas sus ataques contra estaciones de radar, líneas de comunicación, baterías de defensa antiaérea y misiles tierra-tierra en el norte y sur iraquí.

Según Rumsfeld, el presidente de Irak “todavía puede evitar el uso de la fuerza”, y para ello hay varias opciones: que Sadam se vaya del país, que abandone el poder, “que sus aliados decidan sacarlo o que sus tropas decidan que no vale la pena combatir. Pero el régimen de Sadam será eliminado”. Así, declaró que “la meta (de una invasión) será, sin ambigüedades, el cambio de Gobierno”. Franks, por su parte dijo que se han presentado al presidente opciones para la operación contra Irak en el caso de que Turquía no permita la presencia de tropas de EEUU en su territorio. Inicialmente, se había previsto que la Cuarta División de Infantería Mecanizada invadiera el norte de Irak desde Turquía.

El general Franks, bajo cuyo comando estará la mayor parte de la invasión y ocupación de Irak, sostuvo que el régimen de Sadam “tiene antecedentes de instalación de fuerzas militares en medio de la población civil, cerca de hospitales o mezquitas, por lo cual nosotros no podemos determinar si habrá muchas o pocas bajas civiles”. Dijo que las fuerzas de EEUU “cuentan ahora no sólo con la ventaja de armamentos de precisión de más calidad, sino con la ventaja de la calidad en cantidad”, a diferencia de la primera guerra del Golfo en 1991, cuando las “armas inteligentes” eran una minoría en el arsenal estadounidense.

El Pentágono ha trazado la estrategia militar de la operación, en la que las fuerzas armadas de EEUU tratarán de reducir al mínimo las víctimas civiles en una posible guerra, que incluiría una campaña de bombardeos aéreos diez veces superior a la guerra del Golfo de 1991. Funcionariosdel organismo -que pidieron que no se les identificara- dijeron que uno de los objetivos será el cuartel general de Sadam Husein, en Bagdad, instalaciones de comunicaciones militares, sistemas de defensa antiaérea y emplazamientos desde donde se pueda lanzar un ataque con armas químicas o biológicas.

La campaña aérea se combinaría con asaltos relámpago en tierra, para impedir un ataque con armas no convencionales y minar la moral de las fuerzas iraquíes. El propósito de la campaña intentará, aseguraron, evitar la muerte de civiles y ese fin se tendrá en cuenta al elegir el arma más adecuada para cada objetivo. Así, se utilizarían armas convencionales en espacios abiertos, mientras que en centros urbanos se trataría de reducir el radio de impacto mediante el uso de armas inteligentes, explicaron.