LD (EFE) El Partido de los Trabajadores ha salido derrotado después de que Severino Cavalcanti, del Partido Progresista, fuera elegido presidente de la Cámara de Diputados. El derechista, de 74 años, y con tres ejercicios en el Congreso, era visto como un "candidato corporativo", que hizo una intensa campaña interna entre sus colegas prometiendo elevar los salarios y mejorar las condiciones de trabajado de los diputados.
El candidato de Lula, el oficialista Luiz Eduardo Greenhalgh, del estado de Sao Paulo, fue derrotado en la última ronda de un proceso de votación que comenzó a las seis de la tarde del lunes y se prolongó hasta la madrugada de este martes en medio de complejas negociaciones. Según analistas políticos es la primera vez en la historia reciente de Brasil que un partido de gobierno, con mayoría en la Cámara Baja, no logra elegir su propio candidato para la presidencia de este organismo.
Cavalcanti, que formaba parte de un grupo de diputados desconocidos y con poca ascendencia política real, presidirá la Cámara hasta 2006, último año del actual período de Lula. De hecho, el presidente de la Cámara de Diputados es la tercera figura en el orden de sucesión del poder en Brasil y sustituye al presidente en caso de ausencia del vicepresidente de la República.