Colabora

El Parlamento lituano pone en marcha la comisión que decidirá la destitución del presidente del país

El Parlamento de Lituania ha puesto este martes en marcha la comisión que en los próximos dos meses deberá decidir sobre la destitución del presidente del país, Ronaldas Paksas, vinculado a la mafia rusa y acusado de revelar secretos estatales. Pranciskus Zalkauskas, asesor del Departamento de Delitos Comunes del Tribunal Supremo lituano, será el presidente de esta comisión.

L D (EFE) La crisis política que atraviesa Lituania cuando quedan menos de cinco meses para su ingreso en la Unión Europea entra así en su recta final.
 
Pero será antes, el 13 de febrero, cuando el Parlamento votará la impugnación presentada contra el presidente. Si al menos 85 de los 141 legisladores la aprueban, Paksas será destituido en el que será el hito de la crisis más grave vivida en la breve historia democrática de este país ex soviético.

La comisión especial que escudriñará la trayectoria política de Paksas tras su nombramiento como presidente del país en enero de 2003 ha arrancado este martes con doce miembros: seis juristas independientes y seis diputados. El Parlamento reunió hace unos días 86 firmas de diputados, una más de las necesarias para que prospere la salida del poder de Paksas, aunque sólo eran precisas 36 rúbricas para iniciar el proceso de destitución. Además, algunos de los miembros de la Cámara que no dieron su firma para apoyar el proceso de destitución adelantaron que apoyarán la caída de Paksas cuando sea presentada a votación parlamentaria.

Paksas, en dos ocasiones primer ministro y elegido en enero pasado jefe de Estado, rechaza todas las acusaciones que lo vinculan con un poderoso mafioso ruso y le responsabilizan de la fuga de secretos de Estado. El escándalo comenzó en octubre pasado, cuando se filtró a la prensa un informe de los servicios secretos lituanos en el que se señalaba que Paksas y su asesor sobre seguridad nacional, Remigijus Acas, tenían vínculos con grupos criminales internacionales. En concreto, uno de los mecenas de la campaña electoral de Paksas para la Presidencia del país, el empresario ruso Yuri Borisov, nacionalizado lituano, es acusado de tráfico ilegal de armas a Sudán.

Según varias conversaciones privadas grabadas, Borisov amenazó a Paksas y le exigió un cargo en su Administración a cambio del apoyo financiero que le había prestado en la campaña. Aunque Paksas alegó que era víctima de una "caza de brujas" y que la razón real del escándalo era su intención de sustituir al jefe de los servicios secretos, otra comisión parlamentaria dio la razón a las acusaciones y dictaminó que el presidente suponía "una amenaza real para la seguridad nacional". El jefe de esa primera comisión investigadora, Aloyzas Sakalas, dijo que Paksas filtró información secreta a las empresas rusas que financiaron su campaña.

La dimisión de Paksas ha sido requerida por las principales figuras políticas, intelectuales e incluso religiosas de esta república báltica. El primer ministro lituano, Algirdas Brazauskas, exigía la dimisión en un programa de televisión, al igual que el antecesor de Paksas en la Presidencia, Valdas Adamkus, para quien "el Estado no puede ser rehén de las ambiciones de una persona". Adamkus advierte del riesgo de que se prolongue esta crisis que tiene paralizada la vida política del país cuando éste encara en mayo de 2004 su mayor reto desde su independencia de la URSS en 1991: la entrada en la UE y la OTAN.

Temas

Ver los comentarios Ocultar los comentarios

Portada

Suscríbete a nuestro boletín diario