L D (EFE) Populares, socialistas, liberales y verdes quieren que la presidencia irlandesa se implique abiertamente y no renuncie al objetivo de que el texto constitucional sea aprobado el día de las elecciones europeas.
Estas elecciones se celebrarán el 10 de junio en Holanda y Reino Unido, el 11 en Irlanda y la República Checa, el 12 en Letonia, Lituania y Malta, y el 13 en el resto de los países, incluida España.
Estas elecciones se celebrarán el 10 de junio en Holanda y Reino Unido, el 11 en Irlanda y la República Checa, el 12 en Letonia, Lituania y Malta, y el 13 en el resto de los países, incluida España.
El aspecto principal que separa a los gobiernos se refiere al reparto de votos en el Consejo de la UE, aunque también están abiertos otros como la futura composición de la Comisión Europea y el reparto de escaños en el Parlamento Europeo. La presidencia irlandesa ha prometido presentar en el Consejo Europeo que tendrá lugar en Bruselas a finales de marzo, en el ecuador de su presidencia, un informe sobre el estado de las negociaciones, tras celebrar consultas con el resto de los socios europeos.
El ministro de Asuntos Exteriores de Irlanda, Brian Cowen, ha advertido de que la presidencia ignorará cualquier acuerdo verbal al que hayan llegado el anterior presidente de la UE, Silvio Berlusconi, y los líderes de la Unión en el pasado, es decir, que partirá de cero. El punto de partida de la presidencia irlandesa será el borrador del tratado constitucional elaborado por la Convención, que fue formalmente aceptado por todos los países miembros.