L D (EFE) Esta iniciativa del responsable de la diplomacia serbia incluiría partir la ciudad de Mitrovica por la mitad y que el control de la policía, la judicatura y las fronteras de las zonas de mayoría étnica serbia recayera exclusivamente en Serbia. Para Jeremic, esta iniciativa es una vía intermedia que pretende "calmar la situación" tras los violentos incidentes que siguieron a la proclamación unilateral de independencia de Kosovo el mes pasado.
El ministro de Asuntos Exteriores serbio realizó estas declaraciones en Yakarta, dentro de una gira internacional que pretende conformar un grupo contrario a la independencia kosovar. Jeremic aprovechó su presencia en Indonesia para recordar que el conflicto entre Serbia y Kosovo no tiene un carácter religioso, un tema que ha generado controversia en Indonesia.
"Es una cuestión de personas de etnia albanesa en Serbia que quieren la independencia, desafortunadamente de manera unilateral", argumentó el canciller. La mayoría de los albano-kosovares son musulmanes, como cerca del 90 por ciento de la población de Indonesia, país que no ha reconocido la independencia de la antigua provincia serbia, a pesar de las presiones de los parlamentarios musulmanes y de ciertos grupos religiosos.
Por su parte, Estados Unidos y una mayoría de los países de la Unión Europea, entre los que no figura España, han reconocido la autoproclamación de Kosovo, pero las autoridades serbias aseguran que la declaración fue un acto ilegal desde el punto de vista del derecho internacional.
El ministro de Asuntos Exteriores serbio realizó estas declaraciones en Yakarta, dentro de una gira internacional que pretende conformar un grupo contrario a la independencia kosovar. Jeremic aprovechó su presencia en Indonesia para recordar que el conflicto entre Serbia y Kosovo no tiene un carácter religioso, un tema que ha generado controversia en Indonesia.
"Es una cuestión de personas de etnia albanesa en Serbia que quieren la independencia, desafortunadamente de manera unilateral", argumentó el canciller. La mayoría de los albano-kosovares son musulmanes, como cerca del 90 por ciento de la población de Indonesia, país que no ha reconocido la independencia de la antigua provincia serbia, a pesar de las presiones de los parlamentarios musulmanes y de ciertos grupos religiosos.
Por su parte, Estados Unidos y una mayoría de los países de la Unión Europea, entre los que no figura España, han reconocido la autoproclamación de Kosovo, pero las autoridades serbias aseguran que la declaración fue un acto ilegal desde el punto de vista del derecho internacional.