LD (EFE) El programa de televisión NBC Nightly News ha desvelado que, citando como fuente a miembros de los servicios secretos de EEUU, que pidieron conservar el anonimato, el ex ministro de Asuntos Exteriores iraquí Nayi Sabri fue informante de la CIA meses antes del inicio de la guerra en Irak. Por esos servicios habría cobrado más de cien mil dólares.
Al parecer, los servicios de inteligencia franceses sirvieron como mediadores para un primer contacto entre Sabri y la CIA, cuando el entonces jefe de la diplomacia iraquí visitó Nueva York en septiembre de 2002 para participar en la Asamblea General de las Naciones Unidas. Desde el pleno, insistió varias veces que su país no tenía armas de destrucción masiva y acusó a EEUU de que planeaba atacar Irak motivado por los recursos petrolíferos del país.
El programa de la NBC subrayaba que las informaciones que Sabri facilitó a la CIA se ajustaban más a la realidad que las estimaciones de los servicios secretos estadounidenses. Por ejemplo, informó de que Sadam Husein no contaba con un importante programa de armas biológicas y reveló que el dictador iraquí "quería desesperadamente" tener la bomba atómica, pero tardaría más de varios meses o un año, como calculaban los servicios secretos estadounidenses.
En lo que se equivocó Sabri y la CIA fue en el arsenal químico. EEUU sostenía que Bagdad contaba con unas "quinientas toneladas métricas" de armas químicas y que había "renovado" la producción. Sabri informó de que Irak disponía de arsenales de armas y "gas venenoso" sobrantes de la primera guerra del Golfo. Según el analista y general retirado estadounidense, Wayne Downing, ambos se equivocaron.