LD (Agencias) Durante una reunión convocada por la llamada "Alianza de Intelectuales Anti-imperialistas", celebrada en el Club Internacional de Prensa de Madrid, el ministro cubano de Cultura, Abel Prieto, dijo que el disidente Raúl Rivero fue condenado "no por pensar diferente, sino porque colaboró con una potencia que le ha declarado la guerra a Cuba".
Sentenció que "en cualquier lugar del mundo, las personas que trabajen con potencias que han declarado la guerra a su país serán procesadas. Y en otros países incluso serían asesinados. Igualmente si España estuviera en guerra con algún país y tuviera a la Embajada de ese país organizando la resistencia interna, actuaría".
En su intervención, según informa la agencia de noticias Europa Press, Prieto opinó que en España se lleva a cabo una campaña mediática teniendo a Rivero como protagonista, la cual debería ser "administrada" porque puede ser "peligrosa". De la obra del disidente, indicó que "nadie aquí ha leído su poesía, tampoco interesan sus ideas políticas, lo que hay es una campaña mediática que considero precipitada, que podría desinflar a Raúl (Rivero). Se está perdiendo el sentido".
Prieto añadió que "el delito de opinión no existe en Cuba" y que en la isla nunca ha habido "una ejecución extrajudicial, ni casos de tortura ni de maltrato de presos". Insistió en que La Habana debe defenderse de un "enemigo no ficticio que pretende destruir la revolución cubana. Estoy seguro de que la legislación de países occidentales, si ciudadanos trabajaran en colaboración con potencias extranjeras, eso estaría castigado. Pero en Cuba a eso se le llama ser líder de la libertad de expresión".
El poeta y periodista Raúl Rivero, que llegó el pasado día primero a España, había sido condenado en 2003 a veinte años de cárcel, acusado de conspirar con EEUU, de atentar contra la independencia de Cuba y de socavar los principios de la revolución cubana. El disidente fue excarcelado, por motivos de salud, el treinta de noviembre pasado, después de haber permanecido veinte meses en prisión, y ahora establecerá su residencia en Madrid