LD (Agencias) Desde la noche de este lunes el ministro de Asuntos Exteriores francés, Michel Barnier, se encuentra en Amán, Jordania, donde se reúne con su homólogo Marwan Moasher, para solicitar el apoyo jordano en su cruzada por lograr la liberación de Christian Chesnot y Georges Malbrunot, los dos periodistas franceses secuestrados en Irak.
Barnier se entrevistó el lunes en El Cairo con su homólogo egipcio, Ahmed Abul Gheit. Este martes, el canciller francés se entrevistará también con el rey Abdalá II en una reunión donde abordarán la actual situación en el conflicto entre israelíes y palestinos, la posguerra en Irak y el asunto de los rehenes franceses.
En un breve encuentro con reporteros, Moasher adelantó que a Barnier le expresará que "estamos dispuestos a ayudar en la medida en que podamos". El jefe de la diplomacia jordana precisó que durante la toma de rehenes jordanos en Irak, Amán entabló contactos con miembros de las tribus iraquíes y los ulemas suníes. Por ello, dijo que "estamos dispuestos a utilizar estos contactos para ayudar a garantizar la solución de este asunto".
Por su parte, el mundo árabe y musulmán respaldó los llamamientos internacionales y la ofensiva diplomática francesa. Tanto la Liga Árabe como la Organización de la Conferencia Islámica (OCI) denunciaron el secuestro de civiles, y advirtieron que perjudicará la imagen del Islam, así como las causas árabes y las relaciones con Occidente.
Amor Musa, el secretario general de la organización panárabe, que agrupa a 22 países, reveló que estaba en permanente contacto con las autoridades y lideres iraquíes para conseguir la liberación pacífica de los rehenes franceses. En una rueda de presa conjunta con Barnier en El Cairo, instó "a todas las partes implicadas en Irak que hagan lo posible para acabar con ese drama lo más rápido posible".