LD (Agencias) En declaraciones a Radio Nacional de España , Ramón Gil-Casares sostuvo que en el acto terrorista en el que asesinaron a José Antonio Bernal, "han ido a por él". De la víctima dijo que "era un profesional en materia de seguridad y no sabemos por qué abrió la puerta efectivamente con esa facilidad". Por el momento, explicó que el Gobierno no se ha planteado la evacuación de su personal diplomático ni el cierre de la representación en Bagdad. "No vamos a caer ante el chantaje terrorista que es precisamente lo que los terroristas quieren. Aquí, como en cualquier otro momento, España no va a reaccionar a un atentado dando la razón a los que lo han perpetrado".
Ramón Gil mencionó que había conversado con el Encargado de Negocios de la embajada, Eduardo de Quesada, para conocer los hechos. Relató que "un grupo de iraquíes, no sabemos si cinco o seis, aparcaron un coche delante de la casa de José Antonio Bernal. Llamaron a la puerta, él abrió, le encañonaron, salió corriendo a la calle para ver si así evitaban que le disparasen pero no lo consiguió. Le dispararon, le mataron y se fueron". Además, manifestó que, actualmente, desconocen "por qué abrió la puerta, si podía ser que conociese a algunos de los que venían en ese grupo o no".
El secretario de Estado insistió que el asesinato "es el primer acto terrorista contra un ciudadano español en el que, efectivamente, han ido a por él. No sabemos, y se tardará en esclarecer bien las circunstancias, si efectivamente han ido a por él porque le conocían personalmente, porque era un miembro de la embajada de España o simplemente, porque era un occidental que sabían donde vivía".
En cuanto a la repatriación del cadáver, señaló que el encargado de Negocios, Eduardo de Quesada, ha entrado en contacto con las autoridades de la Coalición Provisional en Bagdad para realizar los trámites. Además, indicó que el cuerpo de Bernal se ha trasladado a un depósito de cadáveres cercano al aeropuerto, que es donde estuvo el capitán Martín Oar, fallecido en el atentado con la oficina de la ONU en Bagdad. "En cuanto tengamos la posibilidad de sacarlo lo haremos con la máxima celeridad posible", aseguró Gil-Casares.
Ramón Gil mencionó que había conversado con el Encargado de Negocios de la embajada, Eduardo de Quesada, para conocer los hechos. Relató que "un grupo de iraquíes, no sabemos si cinco o seis, aparcaron un coche delante de la casa de José Antonio Bernal. Llamaron a la puerta, él abrió, le encañonaron, salió corriendo a la calle para ver si así evitaban que le disparasen pero no lo consiguió. Le dispararon, le mataron y se fueron". Además, manifestó que, actualmente, desconocen "por qué abrió la puerta, si podía ser que conociese a algunos de los que venían en ese grupo o no".
El secretario de Estado insistió que el asesinato "es el primer acto terrorista contra un ciudadano español en el que, efectivamente, han ido a por él. No sabemos, y se tardará en esclarecer bien las circunstancias, si efectivamente han ido a por él porque le conocían personalmente, porque era un miembro de la embajada de España o simplemente, porque era un occidental que sabían donde vivía".
En cuanto a la repatriación del cadáver, señaló que el encargado de Negocios, Eduardo de Quesada, ha entrado en contacto con las autoridades de la Coalición Provisional en Bagdad para realizar los trámites. Además, indicó que el cuerpo de Bernal se ha trasladado a un depósito de cadáveres cercano al aeropuerto, que es donde estuvo el capitán Martín Oar, fallecido en el atentado con la oficina de la ONU en Bagdad. "En cuanto tengamos la posibilidad de sacarlo lo haremos con la máxima celeridad posible", aseguró Gil-Casares.