L D (EFE) "Soy el jefe", dijo el ex comisario de Policía, rodeado de otros jefes rebeldes y de oficiales de la policía haitiana, en una conferencia de prensa celebrada en Puerto Príncipe.
Philippe y Louis-Jodel Chamblain, el otro líder del movimiento armado que tomó el país y forzó la dimisión y salida del país del ex presidente Jean-Bertrand Aristide, llegaron el lunes a la capital entre aclamaciones de miles de personas.
"Hemos llegado a un acuerdo con los rangos inferiores de la Policía y vamos a trabajar juntos", afirmó Philippe, quien fue presentado en la rueda de prensa por un antiguo embajador haitiano en la República Dominicana, Paul Arselin, como "el comandante general" Guy Philippe.
El líder rebelde había declarado con antelación que, cuando Aristide abandonase el poder, se desarmarían las fuerzas rebeldes que el controla, en su mayoría antiguos componentes del ejército disuelto. En declaraciones al diario mexicano El Universal, Philippe afirmaba este mismo martes que "hemos dejado las armas de lado y ahora vamos a negociar".
Sin embargo, ahora ha ofrecido sus servicios al nuevo régimen haitiano, que tendrá que surgir en las próximas semanas. El ex militar y ex policía, que también fue colaborador de la dictadura militar que gobernó entre 1991 y 1994 tras derrocar a Aristide, también ha exigido que se reconstruya el Ejército disuelto por el propio Aristide en 1994.