L D (EFE) El informe, que se ha hecho público este miércoles, recomienda el comienzo de un diálogo "constructivo" entre EEUU y los vecinos de Irak, Siria e Irán. "Nuestras recomendaciones más importantes piden nuevos esfuerzos políticos y diplomáticos, más intensificados, en Irak y la región, y un cambio en la misión básica de las fuerzas estadounidenses en Irak que permitan que EEUU pueda comenzar a sacar a sus fuerzas de combate de Irak de manera responsable", explica el documento.
La comisión Baker-Hamilton no fija un calendario para la retirada de las tropas, pero sí recomendó que las fuerzas militares de EEUU enfaticen las misiones de instrucción de las fuerzas militares del gobierno de Irak para que éste se haga cargo de la seguridad en el país. "Para el primer trimestre de 2008, siempre y cuando no se produzcan situaciones inesperadas en lo que respecta a la seguridad sobre el terreno, todas las brigadas de combate que no sean necesarias para tareas de protección podrían haber salido de Irak", explica.
En este sentido, alega que el gobierno iraquí debe adoptar medidas que demuestren que se debe confiar en él e insta a Washington a evitar "compromisos sin fecha de caducidad" sobre la permanencia de las tropas estadounidenses. El informe, uno de los textos más esperados en los últimos tiempos en Washington, apremia al Gobierno a tomar medidas cuanto antes. Si el deterioro de la situación en el país árabe continúa, advierte, Irak se "deslizará hacia un caos que podría precipitar el derrumbamiento del gobierno iraquí y una catástrofe humanitaria".
En ese caso, explica la comisión, "los países vecinos podrían intervenir" y como resultado "la posición de EEUU en el mundo podría verse menoscabada. Los estadounidenses podrían verse más divididos". Tras la reunión con los diez miembros de la comisión esta mañana en la Casa Blanca, Bush reconoció que la evaluación que ofrece el Grupo de Estudios "es muy dura". "Tomaremos con igual seriedad cada una de las propuestas y actuaremos de manera oportuna", dijo el presidente, y añadió que "el país está cansado de las posturas puramente políticas".
Aunque Bush ha prometido estudiar atentamente cada propuesta, ya había dejado claro previamente su rechazo a entablar un diálogo con Siria o Irán, lo que, según él, sólo serviría para premiar el "mal comportamiento" de países díscolos. EEUU tiene actualmente casi 150.000 soldados en Irak, la mayor parte de ellos en misiones de vigilancia y combate. El informe de la comisión Baker-Hamilton es paralelo a otra evaluación que ha ordenado Bush a los departamentos de su gobierno y que coordina el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.
Una vez que haya recibido las conclusiones de ambos estudios, Bush decidirá en cuestión de "semanas, no meses", según la Casa Blanca, qué correcciones aplica a su estrategia en la guerra en Irak. Hasta el momento, más de 2.900 soldados estadounidenses han muerto en Irak desde el comienzo de la guerra, en marzo de 2003.
La comisión Baker-Hamilton no fija un calendario para la retirada de las tropas, pero sí recomendó que las fuerzas militares de EEUU enfaticen las misiones de instrucción de las fuerzas militares del gobierno de Irak para que éste se haga cargo de la seguridad en el país. "Para el primer trimestre de 2008, siempre y cuando no se produzcan situaciones inesperadas en lo que respecta a la seguridad sobre el terreno, todas las brigadas de combate que no sean necesarias para tareas de protección podrían haber salido de Irak", explica.
En este sentido, alega que el gobierno iraquí debe adoptar medidas que demuestren que se debe confiar en él e insta a Washington a evitar "compromisos sin fecha de caducidad" sobre la permanencia de las tropas estadounidenses. El informe, uno de los textos más esperados en los últimos tiempos en Washington, apremia al Gobierno a tomar medidas cuanto antes. Si el deterioro de la situación en el país árabe continúa, advierte, Irak se "deslizará hacia un caos que podría precipitar el derrumbamiento del gobierno iraquí y una catástrofe humanitaria".
En ese caso, explica la comisión, "los países vecinos podrían intervenir" y como resultado "la posición de EEUU en el mundo podría verse menoscabada. Los estadounidenses podrían verse más divididos". Tras la reunión con los diez miembros de la comisión esta mañana en la Casa Blanca, Bush reconoció que la evaluación que ofrece el Grupo de Estudios "es muy dura". "Tomaremos con igual seriedad cada una de las propuestas y actuaremos de manera oportuna", dijo el presidente, y añadió que "el país está cansado de las posturas puramente políticas".
Aunque Bush ha prometido estudiar atentamente cada propuesta, ya había dejado claro previamente su rechazo a entablar un diálogo con Siria o Irán, lo que, según él, sólo serviría para premiar el "mal comportamiento" de países díscolos. EEUU tiene actualmente casi 150.000 soldados en Irak, la mayor parte de ellos en misiones de vigilancia y combate. El informe de la comisión Baker-Hamilton es paralelo a otra evaluación que ha ordenado Bush a los departamentos de su gobierno y que coordina el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.
Una vez que haya recibido las conclusiones de ambos estudios, Bush decidirá en cuestión de "semanas, no meses", según la Casa Blanca, qué correcciones aplica a su estrategia en la guerra en Irak. Hasta el momento, más de 2.900 soldados estadounidenses han muerto en Irak desde el comienzo de la guerra, en marzo de 2003.