LD (EFE) Los embajadores de los países que integran el grupo "5+1" se han reunido este martes en Nueva York para empezar a limar las diferencias y redactar en un papel el proyecto de resolución contra el régimen de Irán que prevén presentar esta misma semana para que sea adoptado lo antes posible por el Consejo de Seguridad de la ONU.
El subsecretario de Estado para Asuntos Políticos de EEUU, Nicholas Burns, indicó que los seis países coincidieron en decir que era necesario una segunda resolución, invocando el Capítulo VII de la Carta de la ONU. "Ahora lo que tenemos que acordar con los otros miembros del Consejo es en qué consistirán estas medidas, cuáles serán las sanciones", afirmó.
Burns insistió en que el último informe de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) confirma que el régimen de Teherán no solo no ha suspendido sus actividades de enriquecimiento de uranio, como exigía en la resolución 1.737, sino que las ha ampliado. Puntualizó que "esperamos que las deliberaciones se lleven a cabo a la brevedad posible para que el gobierno iraní se dé cuenta que está casi aislado en lo que respecta a este tema y para reafirmar el interés que tenemos en que Irán acepte la oferta realizada por la comunidad internacional el pasado junio para negociar".