L D (Europa Press) Fuentes cercanas al caso declararon que la comparecencia sigue el precedente legal iniciado con el caso contra el ex presidente Moshe Katsav, y que "podría ser sorprendente", sin dar más detalles. Este fin de semana, la Unidad contra el Fraude Nacional interrogó al primer ministro, que se mostró cooperativo pero incómodo, y no logró responder a varias preguntas clave, en relación al empresario neoyorquino Morris Talansky, que asegura haberle entregado grandes cantidades de dinero y que comparecerá ante los tribunales el próximo martes.
Según el informe de la fiscalía, "los investigadores tiene la impresión de que mientras Olmert intentó asegurarse de que su testimonio era lo más parecido posible al de Talanski, también estaba intentado refutar las declaraciones del abogado y presunto socio en el supuesto delito, Uri Messer.
Olmert se refirió a Messer como "su banco personal" y expresó su "convencimiento absoluto de que Messer había manejado sus gastos de acuerdo con lo estipulado por la ley". Sin embargo, rechazó rotundamente que el antiguo su antiguo jefe de Gabinete, Shula Zaken, recibiera del abogado grandes sumas de dinero, indicando que jamás recibió fondos de ninguno de los dos. Del mismo modo, el primer ministro negó haber pagado las vacaciones de Talanski en Italia, así como su implicación en una presunta operación de tráfico de armas en Sudáfrica.
Las fuentes describieron el interrogatorio como "tenso", ya que el primer ministro llegó a encararse con los agentes de Policía cuando se abordó la cuestión de las filtraciones a la prensa que ha sufrido el caso.