LD (EFE) El Gabinete para Asuntos Políticos y de Seguridad se reunirá en medio de una polémica acerca de si es necesaria o no una consulta popular sobre el plan de "desconexión" de los palestinos para que la evacuación total de Gaza y parcial de Cisjordania. El proyecto ha despertado una enérgica oposición en sectores de la derecha nacionalista.
Las familias de colonos que abandonen voluntariamente sus casas en los 21 asentamientos de Gaza, y cuatro del norte de Cisjordania -donde hay más de 150-, serán recompensadas con sumas que oscilan de 200.000 a 500.000 dólares, según las recomendaciones que una comisión especial ha sometido a debate en el Gabinete.
Se calcula que las indemnizaciones que recibirán los colonos y los empresarios que se vean obligados a desmantelar sus fábricas, demandarán del erario un equivalente de 1.000 millones de dólares. Dirigentes de los colonos de los asentamientos judíos, alentados en varios casos por sus rabinos, advierten que resistirán por la fuerza el desalojo, y algunos hasta amenazan con una guerra civil.
Dos ministros de Estado, Benjamín Netanyahu de Hacienda, y el de Trabajo y Bienestar, Zevulín Orlev, líder del Partido Nacional Religioso (Mafdal), que están en desacuerdo con la retirada unilateral de Gaza, propusieron llevar a cabo un referendo público "para evitar una escisión en el pueblo y en las Fuerzas Armadas".