L D (EFE) En un Consejo de Gobierno Ampliado celebrado en el Palacio Nacional, sede del Ejecutivo, Mejía ha anunciado que el miércoles entregó 1.140 millones de pesos (unos 30 millones de dólares) a la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE) para pagar a las compañías generadoras de electricidad.
Asimismo, ha dado un plazo de 48 horas al Equipo Económico y Eléctrico del Gobierno para utilizar un "mecanismo" mediante el cual se hará un pago adicional a los generadores de energía por valor de 1.750 millones de pesos (unos 46 millones de dólares). También ha ordenado al ministro de Finanzas, Rafael Calderón, que "acelere" las negociaciones con el Banco Mundial (BM) para permitir el desembolso de 100 millones de dólares, los cuales se destinarán al sector eléctrico.
En la República Dominicana se producen actualmente apagones de más de 20 horas, sobre todo en la capital y en el norte del país, debido a un déficit en el suministro de electricidad por la falta de combustibles y el cese del servicio de varias plantas. Las declaraciones de Mejía se producen después de que el martes se realizará una huelga general de 24 horas contra la carestía de la vida, la política económica del Gobierno y contra los prolongados y frecuentes apagones. El paro, convocado por la Coordinadora Nacional de Organizaciones Populares, dejó ocho muertos, alrededor de sesenta heridos y más de 200 detenidos.
En su discurso, Mejía admite estar "descontento" con la actual situación económica nacional y anuncia medidas sociales, al afirmar que los pobres "ya no pueden seguir soportando el mayor peso de la crisis económica". Ha recordado que el Gobierno negocia con el Fondo Monetario Internacional (FMI) la reanudación del acuerdo "stand by" por valor de 618 millones de dólares y que recientemente el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) desembolsó 100 millones de dólares que se utilizarán, según explicó, en programas sociales.
La crisis económica coincide con los conflictos internos del oficialista Partido Revolucionario Dominicano (PRD), dividido entre los que apoyan la reelección de Mejía en los comicios de mayo de 2004 y los que la rechazan, al argumentar que no garantiza el triunfo electoral de la agrupación.
Asimismo, ha dado un plazo de 48 horas al Equipo Económico y Eléctrico del Gobierno para utilizar un "mecanismo" mediante el cual se hará un pago adicional a los generadores de energía por valor de 1.750 millones de pesos (unos 46 millones de dólares). También ha ordenado al ministro de Finanzas, Rafael Calderón, que "acelere" las negociaciones con el Banco Mundial (BM) para permitir el desembolso de 100 millones de dólares, los cuales se destinarán al sector eléctrico.
En la República Dominicana se producen actualmente apagones de más de 20 horas, sobre todo en la capital y en el norte del país, debido a un déficit en el suministro de electricidad por la falta de combustibles y el cese del servicio de varias plantas. Las declaraciones de Mejía se producen después de que el martes se realizará una huelga general de 24 horas contra la carestía de la vida, la política económica del Gobierno y contra los prolongados y frecuentes apagones. El paro, convocado por la Coordinadora Nacional de Organizaciones Populares, dejó ocho muertos, alrededor de sesenta heridos y más de 200 detenidos.
En su discurso, Mejía admite estar "descontento" con la actual situación económica nacional y anuncia medidas sociales, al afirmar que los pobres "ya no pueden seguir soportando el mayor peso de la crisis económica". Ha recordado que el Gobierno negocia con el Fondo Monetario Internacional (FMI) la reanudación del acuerdo "stand by" por valor de 618 millones de dólares y que recientemente el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) desembolsó 100 millones de dólares que se utilizarán, según explicó, en programas sociales.
La crisis económica coincide con los conflictos internos del oficialista Partido Revolucionario Dominicano (PRD), dividido entre los que apoyan la reelección de Mejía en los comicios de mayo de 2004 y los que la rechazan, al argumentar que no garantiza el triunfo electoral de la agrupación.