LD (EFE) A las 11:15 hora local (10:15 hora española) se abría la sesión extraordinaria del Consejo Legislativo Palestino en la que éste debe pronunciarse sobre el nuevo Gobierno de unidad nacional, con el recuento de los diputados presentes.
El presidente palestino, Abú Mazen, de Al Fatah, y el líder de la organización terrorista Hamas Ismail Haniye, artífices del futuro Gobierno de coalición, entraban juntos a la sesión en ciudad de Gaza y tomaban asiento en el podio junto al presidente del parlamento en funciones, Ahmed Bahar.
Los dos mandatarios pronunciaron sendos discursos previos al inicio de las votaciones. Dos parlamentos; dos formas de aproximación política. Mientras el líder de Al Fatah condenaba "todas las formas de violencia"; el de Hamás legitimaba el terrorismo al defender defender lo que llama la lucha contra "la ocupación israelí".
Con todo, ambos líderes se marcaron como objetivo de este Gobierno de coalición establecer un "estado palestino independiente". El primero dejó muy claro que "con Jerusalén como capital" y el segundo, afirmó que la ciudad santa será "la joya de la corona" en cualquier proceso de paz.
Si bien Mazen se confirma como la "cara amable" de este nuevo gabinete; Hanyie reafirma su rostro más duro. Habrá entonces que ver si los emplazamientos del presidente de la ANP al "mundo" para que "levante el embargo" llegarán o no, a buen puerto. Es quizá por ello por lo que Mazen en su intervención parlamentaria no quiso dejar perder la ocasión para pedir a la comunidad árabe que se implique en este proceso.
Cuando terminaron los discursos se procedió a la votación, a mano alzada, del gabinete formado por ministros, tanto de los integrantes de la organización terrorista Hamas como de los de Al Fatah; además de algunos independientes y miembros de partidos minoritarios.
El primer ministro del Gobierno saliente y también del futuro Ejecutivo leerá seguidamente su programa político que será debatido por los diputados quienes podrán presentar enmiendas. Después, se procederá a otra votación sobre el programa y, si no se alargan demasiado, los ministros jurarán el cargo antes de que acabe esta jornada de sábado.
El nuevo Gobierno de unidad nacional se ha fijado con unos objetivos prioritarios que pasarían por superar la violencia entre facciones palestinas. También pretenden recuperar la confianza de la comunidad internacional, que condena la violencia y el terrorismo de Hamas y que exige a los palestinos que respeten el derecho de Israel a existir. Éste es el primer paso y, a juzgar por las maneras, es demasiado pronto para creer que entran aires definitivos de cambio.