LD (EFE) El primer ministro de Tailandia, Thaksin Shinawatra, informó al Parlamento de su país que "vamos a crear un comité que investigue por qué (los 78 detenidos muertos) fueron apretujados en los camiones hasta tal punto que no podían ni respirar. Lo sentimos. Tratamos de cuidarles bien. No deberían de haber muerto".
Shinawatra mostró una actitud muy distinta a la de este martes cuando, antes que el Gobierno anunciara el número de muertos en el último brote de violencia en el sur del país, felicitó a las fuerzas de seguridad por su actuación en la dispersión de la protesta del lunes, protagonizada por unos 3.000 manifestantes en la ciudad de Tak Bai, en la sureña provincia de Narathiwat.
Al menos 84 personas perdieron la vida el lunes durante y después de la protesta en la que los manifestantes pedían la liberación de seis musulmanes detenidos y acusados de proporcionar armas al separatismo islámico. Durante la manifestación, en la que las autoridades utilizaron cañones de agua y gases lacrimógenos para dispersar a las masas que atacaron un cuartel de la Policía, seis personas murieron por heridas de bala, mientras que las fuerzas de seguridad aseguran no haber disparado contra los asaltantes.