LD (Agencias) La decisión se produjo tras el encuentro de representantes de la Misión de la ONU en Liberia (UNMIL, en inglés), del Gobierno de transición, el Ejército y de los grupos insurgentes.
Los centros designados para la entrega de armas estarán bajo el control del personal de UNMIL, asistido por militares y ex rebeldes, para asegurar un "ambiente propicio" y realizar con éxito el plan de desarme, que se extenderá por varias semanas. La ONU ha ofrecido una compensación económica de 300 dólares a cada ex combatiente por la entrega de sus armas y su alistamiento en programas de educación y entrenamiento profesional, además de recibir varias raciones de alimentos.