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El Gobierno boliviano propone abrir el diálogo para terminar con el cierre de las rutas andinas

Las autoridades bolivianas han propuesto a la poderosa Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), la apertura de un diálogo que permita reabrir las rutas andinas que permanecen cortadas tras diez días de protestas contra una proyectada venta de gas al exterior. Los campesinos, que han provocado ya el desabastecimiento de alimentos en La Paz, exigen que la decisión gubernamental sea sometida a una consulta popular.

LD (Agencias) Mauricio Antezana, portavoz presidencial, ha declarado que "el Gobierno propone, para dar una señal de buena fe y demostrar la vocación de diálogo que, simultáneamente, se suspendan las medidas de presión y las fuerzas militares retornen a sus lugares de acantonamiento". En respuesta, el dirigente de la etnia indígena aymara, Felipe Quispe, líder de la protesta y máximo dirigente de la CSUTCB, dijo escuetamente a la prensa que analizará la propuesta oficial. Recordó que el martes pidió el repliegue de tropas, libertad de dirigentes indígenas detenidos y que la administración del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada acceda a reunirse en la localidad andina de Warisata, donde choques arrojaron el fin de semana un saldo de seis muertos.

En tanto, los centros de abasto de La Paz, cerrados parcialmente por segundo día consecutivo, registraban escasez y alza de los precios de carne, tubérculos, hortalizas y frutas, productos indispensables de la dieta familiar, dijo el alcalde de La Paz, Juan del Granado. Una huelga de comerciantes de los mercados, sumado al bloqueo al paso de productos decidido por campesinos del norte del Altiplano y los valles del sur de la capital boliviana, que se oponen a la exportación de gas sin previa consulta popular, habían provocado temor en las amas de casa. Una misión del Gobierno, encabezada por el viceministro de Régimen Interior, José Luis Harb, se encontraba negociando la suspensión de la huelga con agricultores del sur de La Paz en el entendido de que también ellos estaban perjudicados al no poder colocar sus productos.

Mientras tanto, los indígenas aymaras persistían con los cortes esporádicos de rutas en las provincias andinas de Larecaja, Omasuyos y Muñecas, a pesar del intenso control de tropas militares y policiales, admitió Harb. Las protestas contra una eventual exportación de gas a mercados de ultramar continuaban focalizadas en el departamento de La Paz, en tanto la Central Obrera (COB) discutía la pertinencia declarar la huelga general y el bloque de carreteras desde el próximo lunes.

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