Hace algunos meses, concretamente en diciembre de 2010, Mario Vargas Llosa llegó a Lima procedente de Estocolmo donde recibió el Premio Nobel de Literatura. En el mismo aeropuerto ofreció una rueda de prensa y no pudo evitar hablar de las elecciones. Aquel día dijo que recurrirá a todos los medios posibles para evitar que la hija del "dictador" y "ladrón" ex mandatario Alberto Fujimori gane la presidencia.
En los siguientes meses no volvió a referirse directamente a la campaña aunque en algunas entrevistas mostró su seguridad de que el electorado peruano votará por mantener el crecimiento en el Perú y sobre todo la democracia, algo que no podría ser posible con alguien como Ollanta Humala o Keiko Fujimori.
Preguntado por la campaña, este domingo dijo que más bien había sido testigo de un "torneo de payasadas" y poca lucha ideológica. "La pena para mí en esta campaña es que no ha habido lucha ideológica. Ha habido un torneo de payasadas pero lucha ideológica muy poca", declaró Vargas Llosa en una entrevista en la emisora Radio Programas del Perú (RPP). Sin embargo, aseguró que mantendrá su decisión de no intervenir en la primera vuelta de la campaña electoral y dijo que sólo se pronunciará en caso de que en una eventual segunda vuelta se presente una amenaza a la democracia.
"Creo que la política en Perú ha pasado de ser una política mediocremente ideológica a ser tristemente una política de espectáculo. En esta campaña lo hemos visto de una manera flagrante, el espectáculo es lo que prima", comentó. Vargas Llosa también criticó al nacionalismo y lo responsabilizó, junto a los crímenes cometidos en nombre de la religión, de muchas de las grandes tragedias que ha afrontado el mundo.
Aunque dijo que no haría nada antes del 10 de abril, ¿romperá su compromiso en el caso de que exista el peligro de un Humala-Fujimori en segunda vuelta?