L D (EFE) Decenas de opositores cubanos participaron este lunes en París en un acto organizado por Reporteros Sin Fronteras (RSF) y la asociación "Sin Visa" bajo el lema "Cuba sí, Castro no", que reunió a varias figuras del exilio y de la izquierda europea para pedir el final del régimen de Fidel Castro. La escritora Zoé Valdés aseguró que la visita de Lula a Cuba "se enmarca en un terreno económico, no político", por lo que no supone ningún apoyo a Castro, "como pretende hacer ver" La Habana.
"Lula ha viajado para ver si puede recuperar parte del dinero que le debe Cuba, que es mucho, pero nada de apoyo a Castro", afirmó Valdés, que reside en París. Para el poeta Eduardo Manet, la visita del dirigente brasileño es "un golpe" para la oposición cubana, aunque forma parte "del juego político que debe mantener (Lula), que le obliga a ser un bailarín de bossa-nova entre las influencias de Estados Unidos y las de Cuba".
El escritor y ex ministro español de Cultura Jorge Semprún, que presidió el acto de París, afirmó que está "totalmente decepcionado y defraudado" por el hecho de que "Lula" no aprovechara "toda su influencia" para "decirle a Castro que se vaya". "Creo que muchos compañeros de 'Lula' tienen una deuda con Cuba, porque les acogió durante su exilio. Pero la política no debe ser algo sentimental, sino una toma de posición. 'Lula' debe saber que el apoyo populista que le puede dar en algunos sectores de América Latina su apoyo a Castro le puede hacer perder influencia en numerosas partes de la población", dijo Semprún.
"Estoy un tanto decepcionada. Tenía esperanza de que se manifestara a favor de los presos cubanos y no dijo nada. Es la posición habitual en América Latina. Pero me satisface que el discurso de la Unión Europea se haya endurecido", ha declarado Cristina Rivero, hija del poeta y periodista disidente Raúl Rivero, quien fue condenado en la primavera pasada a 20 años de prisión, en procesos que supusieron la cárcel para otros 74 disidentes. En el acto también participaron otras personalidades como los actores franceses Pierre Arditi y Catherine Deneuve, y el director de cine español Pedro Almodóvar.
"Lula ha viajado para ver si puede recuperar parte del dinero que le debe Cuba, que es mucho, pero nada de apoyo a Castro", afirmó Valdés, que reside en París. Para el poeta Eduardo Manet, la visita del dirigente brasileño es "un golpe" para la oposición cubana, aunque forma parte "del juego político que debe mantener (Lula), que le obliga a ser un bailarín de bossa-nova entre las influencias de Estados Unidos y las de Cuba".
El escritor y ex ministro español de Cultura Jorge Semprún, que presidió el acto de París, afirmó que está "totalmente decepcionado y defraudado" por el hecho de que "Lula" no aprovechara "toda su influencia" para "decirle a Castro que se vaya". "Creo que muchos compañeros de 'Lula' tienen una deuda con Cuba, porque les acogió durante su exilio. Pero la política no debe ser algo sentimental, sino una toma de posición. 'Lula' debe saber que el apoyo populista que le puede dar en algunos sectores de América Latina su apoyo a Castro le puede hacer perder influencia en numerosas partes de la población", dijo Semprún.
"Estoy un tanto decepcionada. Tenía esperanza de que se manifestara a favor de los presos cubanos y no dijo nada. Es la posición habitual en América Latina. Pero me satisface que el discurso de la Unión Europea se haya endurecido", ha declarado Cristina Rivero, hija del poeta y periodista disidente Raúl Rivero, quien fue condenado en la primavera pasada a 20 años de prisión, en procesos que supusieron la cárcel para otros 74 disidentes. En el acto también participaron otras personalidades como los actores franceses Pierre Arditi y Catherine Deneuve, y el director de cine español Pedro Almodóvar.