L D (EFE) El ex canciller peruano Fernando Olivera anunció este sábado que no volverá a formar parte de un gabinete del presidente, Alejandro Toledo, tras solicitarle éste la renuncia pocas horas después de que asumiera el cargo. Olivera, embajador de Perú en España hasta el pasado miércoles, agregó que ningún integrante del partido que lidera, el Frente Independiente Moralizador, participará en cargo alguno del actual Gobierno, del que fue aliado político desde 2001, cuando Toledo asumió la presidencia.
Alejandro Toledo pidió el viernes la renuncia de Olivera, unas horas después de que éste asumiera el cargo en la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores, como consecuencia de la dimisión irrevocable de su jefe de Gobierno, Carlos Ferrero. La salida de Ferrero del Gobierno, que mantuvo públicas discrepancias con Olivera, fue seguida por la de todo el gabinete ministerial.
El ex canciller peruano acusó ante los periodistas a Ferrero de haber planeado su "asesinato político" al renunciar con todo el gabinete, después de que se confirmara su entrada en el Gobierno. Sin embargo, Olivera explicó que Ferrero estuvo de acuerdo con su designación y que firmó, en su presencia, la resolución suprema que lo confirmó en el cargo. "Esta es la prueba de que se ha actuado con premeditación y alevosía para pretender asesinarme políticamente", afirmó Olivera al mostrar el documento original de la resolución a los informadores, tras una reunión con sus partidarios.
El ex ministro dijo que nunca solicitó a Toledo cargo alguno en el Gobierno, pero que accedió a encabezar la Cancillería ante la insistencia del mandatario. "Estoy muy dolido por el odio que han destilado algunos personajes con sus medios (de comunicación) aliados", dijo Olivera en alusión a la ola de críticas lanzadas por su nombramiento y la exposición que han hecho varios reportajes periodísticos sobre su polémica trayectoria política.
Olivera acusó a Ferrero, que fue partidario del ex presidente Alberto Fujimori (1990-2000), de no haber renunciado cuando el Congreso aprobó una ley que beneficiaba a los acusados por corrupción de ese gobierno. El ex ministro peruano dijo que la renuncia de Ferrero, que en su opinión estuvo "fríamente calculada", es la que provocó la crisis en el Gobierno.
A sus 47 años, Olivera ha gozado de importantes cuotas de poder en el Gabinete de Toledo desde sus inicios. Sus detractores le acusan de haber estado presente en Lima, pese a vivir en Madrid como embajador sin ser diplomático de carrera, siempre que Toledo tomaba decisiones clave. De carácter irascible, Olivera se convirtió en la comidilla de la prensa por los desplantes y agresiones a ministros, opositores y periodistas.