El Ejército israelí mantiene bajo toque de queda a la mayoría de las ciudades palestinas

LD (Agencias) El Ejército israelí bombardeó la vivienda de Mahmud Abu Samara, director del Ministerio de Agricultura, situada al este de la ciudad de Deir al Balah y cercana al asentamiento judío de Kufar Darrom, en el centro de la franja de Gaza. Según fuentes palestinas, carros de combate del Ejército israelí apostados fuera del perímetro del asentamiento dispararon proyectiles contra su casa y luego abrieron fuego con ametralladoras pesadas destrozando la fachada este del edificio y los muebles en su interior. También se han registrado graves daños en los invernaderos cercanos al inmueble pero no se ha informado sobre heridos.

Mientras, en el extremo sur de ese territorio, el Ejército israelí cerró una carretera secundaria entre las ciudades de Rafah y Jan Yunis, tras el cierre de la vía principal que conecta a esas dos localidades. Según fuentes palestinas, los soldados israelíes desde sus carros de combate disparan contra todo aquel que intente acercarse y han arrasado varios olivos e invernaderos a su alrededor. Entretanto, en el distrito de Jenín, en el extremo norte de Cisjordania, territorio separado de la franja de Gaza por Israel, las fuerzas israelíes detuvieron esta mañana a tres jóvenes habitantes de la aldea de Kufar Rai, al suroeste de la ciudad. En Jenín, las tropas israelíes irrumpieron en varios edificios y establecimientos, tras volar con explosivos las puertas de entrada, entre ellos el del Comité del Impuesto Islámico de Caridad (Zaka) y un estudio de fotografía, informaron las fuentes.

Por segundo día consecutivo Jenín se encuentra bajo toque de queda y la mañana de este lunes se ha registrado una concentración de tropas y vehículos blindados mientras helicópteros de combate "Apache" sobrevolaban la ciudad de donde precedía la suicida que se inmoló el pasado sábado en Haifa y que causó la muerte de 19 personas. Asimismo, el Ejército israelí han reforzado el estado de sitio en la provincia cisjordana de Tulkarem y patrulla las carreteras que conectan las aldeas con la ciudad con lo que han paralizado el movimiento de sus habitantes, y afecta en particular los alumnos de escuela y trabajadores.