L D (EFE) Según el informe, elaborado por la Oficina de Coordinación en los territorios de Cisjordania y Gaza bajo control del Ejército israelí, en Rafah había 41 de esos pasadizos, cuatro de los cuales estarían aún operativos. Según fuentes palestinas, los túneles son cavados por familias influyentes que obtienen ingentes ingresos con el contrabando. Los residentes que acceden a ceder su casa para que les sirva como "boca de salida", son recompensados con mil dólares mensuales.
El Ejército israelí efectuó numerosas incursiones en la ciudad para detectarlos y destruirlos, lo que ha causado en ocasiones choques con terroristas palestinos, y muertos y heridos entre los civiles. Los investigadores de esa Oficina, destacan además que los textos de estudio en las escuelas palestinas instigan contra Israel como un "Estado maldito e ilegal" y presentan entre los valores positivos a la "guerra santa". La instigación contra Israel también persiste en las mezquitas, en la prensa y en los medios de comunicación palestinos, señala el informe, y su prédica justifican los ataques de terroristas suicidas.
Los investigadores también denuncian a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) por "torpedear" las medidas de las autoridades militares en los territorios ocupados para facilitar el paso de la población por los controles del Ejército, lo que obliga a veces a largas esperas y embotellamientos que entorpecen la vida y la libertad de movimiento de los civiles. Las autoridades palestinas "amenazan" a los palestinos que gestionan permisos para atravesar esos pasos de control, y de los cuales se han distribuido unos 10.000 para hacerlo a pie o con vehículos autorizados, afirma el informe israelí.