Monty, lamento mucho -por las víctimas- tragedias como la de ese Airbus A-330 de Air France, lo que quería decir es que los franceses, por norma general, se mofan de los accidentes que aquí tenemos, no por las víctimas que haya, o eso quiero pensar, sino para tildarnos de tercermundistas, y que somos el norte de África. Accidentes aéreos como éste, demuestran que ningún país está a salvo de ellos.
Si mi comentario te ha parecido repugnante, será que no me he expresado correctamente.
Salu2.
Siento tener que decir esto, nw_spain, pero su comentario me parece totalmente fuera de lugar, si no repugnante.
Una rayo, o una emergencia eléctrica es muy raro que tire un avión al suelo. Es muy extraño, pues en caso de emergencia, lo lógico es trasmitir el problema, no solo al control, que quizás en esa zona no era fácil, pues estaban ya con el control de Atlantico, que es brasileño, pero en frecuencias de HF, que muchas veces tienes problemas para trasmitir, pero en VHF, se está siempre en contacto, en frecuencia de emergencia, con los aviones que estén alrededor.
He hecho esa ruta cientos de veces, y me inclino más porque la Convergencia Intertropical, que tienes que atravesar en esa ruta, posiblemente podría estar, con una actividad muy fuerte, y al avión se he metido dentro de un gran cumulonimbo, que habría podido realmente partir en dos el avión.
Es muy difícil que la tripulación haya incurrido en un error así, pero nunca un accidente es por una sola causa, sino una concatenación de causas.
Le ha caído un rayo... ha provocado un grave problema eléctrico... se han quedado sin radar... ya no pueden detectar las tormentas... tropiezan con una nube de un desarrollo bestial... Esto provoca la rotura del avión o entrar en una posición anormal, que ya no pueden recuperar...
Mi sentido pésame para la familia aeronáutica.
Lo siento por los familiares de las víctimas, pero Francia, como país, me asquea profundamente. Cuando sucedió el accidente de Barajas el año pasado, se coñearon de nosotros, que si tercermundistas y todo eso, ahora les toca a ellos, y es que nunca se puede escupir para arriba.
¡C'es la vie!