L D (EFE) El Tribunal sentenció que "la decisión del presidente de conceder la nacionalidad a modo de excepción a Borísov no se debió a méritos de éste ante el Estado lituano, sino a su sólido apoyo financiero y de otro tipo a Paksas durante las elecciones, y supone de hecho una recompensa por estas ayudas".
El empresario, acusado de "invertir" en la campaña presidencial 400.000 dólares a cambio de futuras prebendas y de amenazar después al presidente para exigirle la devolución de los favores, perderá la nacionalidad tras ser publicado el fallo en el Boletín del Estado.
Hace una semana, el Legislativo lituano puso en marcha una comisión que en dos meses debe decidir si apoya o rechaza las acusaciones formuladas contra Paksas por los servicios secretos y ya confirmadas por un grupo investigador parlamentario. En función del fallo de la comisión, que debe ser anunciado hasta el 13 de febrero, la Cámara deberá descartar o bien poner a votación la impugnación legal del jefe del Estado que ya exigieron 86 de los 141 diputados, uno más de los que se necesitan para que prospere.
El propio Paksas volvió este mismo martes a rechazar las peticiones a favor de que abandone voluntariamente el cargo, para no ensombrecer el ingreso del país en la Unión Europea y la OTAN en mayo próximo, y afirmó que admite "con reservas" el veredicto del Constitucional. El jefe del Estado afirmó que, al conceder a modo de excepción la nacionalidad a Borísov, actuó según la "práctica" aplicada por sus antecesores en el cargo, por lo que el fallo judicial también deja en entredicho "la legalidad de muchos decretos promulgados por presidentes que ya consumieron su mandato".
El veredicto del Tribunal Constitucional "no afectará la labor del presidente", sentenció Paksas, dejando claro que prefiere agotar los procedimientos legales en lo referente a su posible destitución.
El empresario, acusado de "invertir" en la campaña presidencial 400.000 dólares a cambio de futuras prebendas y de amenazar después al presidente para exigirle la devolución de los favores, perderá la nacionalidad tras ser publicado el fallo en el Boletín del Estado.
Hace una semana, el Legislativo lituano puso en marcha una comisión que en dos meses debe decidir si apoya o rechaza las acusaciones formuladas contra Paksas por los servicios secretos y ya confirmadas por un grupo investigador parlamentario. En función del fallo de la comisión, que debe ser anunciado hasta el 13 de febrero, la Cámara deberá descartar o bien poner a votación la impugnación legal del jefe del Estado que ya exigieron 86 de los 141 diputados, uno más de los que se necesitan para que prospere.
El propio Paksas volvió este mismo martes a rechazar las peticiones a favor de que abandone voluntariamente el cargo, para no ensombrecer el ingreso del país en la Unión Europea y la OTAN en mayo próximo, y afirmó que admite "con reservas" el veredicto del Constitucional. El jefe del Estado afirmó que, al conceder a modo de excepción la nacionalidad a Borísov, actuó según la "práctica" aplicada por sus antecesores en el cargo, por lo que el fallo judicial también deja en entredicho "la legalidad de muchos decretos promulgados por presidentes que ya consumieron su mandato".
El veredicto del Tribunal Constitucional "no afectará la labor del presidente", sentenció Paksas, dejando claro que prefiere agotar los procedimientos legales en lo referente a su posible destitución.