LD (Agencias) Los directivos del CNE no ofrecieron declaraciones sobre el contenido del reglamento, pero Francisco Carrasquero, presidente del organismo, dijo la semana pasada que era imprescindible para que se pusieran en marcha todas sus dependencias. La atención de los venezolanos está dirigida a todo lo que pueda ocurrir en el Consejo ya que durante la presente semana, según Carrasquero, se decidirá si son válidas las firmas presentadas por la oposición para pedir el referendo sobre Chávez. Si el CNE determina que las firmas valen, su siguiente paso será fijar la fecha de la consulta, pero si decide que no sirven, la oposición deberá efectuar una nueva colecta si quiere que haya referendo.
Los partidos pro gubernamentales coinciden en que las firmas, recogidas el 2 de febrero y presentadas el 20 de agosto, son "fraudulentas", además cada vez son más los dirigentes de oposición que ponen en duda su validez. La casi certeza de que las firmas serán rechazadas por el CNE ha llevado a destacados dirigentes de la coalición opositora Coordinadora Democrática a proponer que el 28 de septiembre se lleve a cabo una gigantesca operación de recolección de nuevas firmas. Esos dirigentes aseguraron que ese día están en capacidad de obtener el apoyo de la mitad de los doce millones de ciudadanos inscritos en el Registro Electoral Permanente, cifra que llegaría a duplicar el número de firmas presentadas el pasado agosto. Los representantes del Gobierno adelantan que el objetivo que se propone la Coordinadora está fuera de toda lógica y afirman que no lograrán reunir ni los casi tres millones de firmas que presentaron ante el CNE y que están sujetas a validación.
El nuevo CNE fue designado el 25 de agosto, con carácter provisional, por el Tribunal Supremo de Justicia y sus miembros tomaron posesión de los cargos el 27 de agosto. La nueva directiva recibió un "voto de confianza" de todos los sectores que luchan por el poder en Venezuela y también de Naciones Unidas (ONU), la Organización de Estados Americanos (OEA), el Centro Carter y el Grupo de Amigos de Venezuela, formado por Brasil, Chile, España, EEUU, México y Portugal.
Los partidos pro gubernamentales coinciden en que las firmas, recogidas el 2 de febrero y presentadas el 20 de agosto, son "fraudulentas", además cada vez son más los dirigentes de oposición que ponen en duda su validez. La casi certeza de que las firmas serán rechazadas por el CNE ha llevado a destacados dirigentes de la coalición opositora Coordinadora Democrática a proponer que el 28 de septiembre se lleve a cabo una gigantesca operación de recolección de nuevas firmas. Esos dirigentes aseguraron que ese día están en capacidad de obtener el apoyo de la mitad de los doce millones de ciudadanos inscritos en el Registro Electoral Permanente, cifra que llegaría a duplicar el número de firmas presentadas el pasado agosto. Los representantes del Gobierno adelantan que el objetivo que se propone la Coordinadora está fuera de toda lógica y afirman que no lograrán reunir ni los casi tres millones de firmas que presentaron ante el CNE y que están sujetas a validación.
El nuevo CNE fue designado el 25 de agosto, con carácter provisional, por el Tribunal Supremo de Justicia y sus miembros tomaron posesión de los cargos el 27 de agosto. La nueva directiva recibió un "voto de confianza" de todos los sectores que luchan por el poder en Venezuela y también de Naciones Unidas (ONU), la Organización de Estados Americanos (OEA), el Centro Carter y el Grupo de Amigos de Venezuela, formado por Brasil, Chile, España, EEUU, México y Portugal.