L D (EFE) El ensayo nuclear del régimen comunista de Corea del Norte ha sido condenado firmemente por el Consejo de Seguridad de la ONU. El presidente de turno del Consejo, el embajador japonés, Kenzo Oshima, manifestó que después de la primera ronda de consultas de carácter privado, "existe un deseo de este órgano a responder con firmeza a una amenaza que afecta a la paz y a la seguridad". "Todos los miembros ha condenado enérgicamente la acción y han expresado la urgencia de que Corea del Norte vuelva a las negociaciones a seis bandas para que abandone sus programas nucleares y relacionados con misiles", declaró.
Oshima indicó que los quince miembros del Consejo se reunirán a nivel de expertos para estudiar un proyecto de borrador de resolución, en el que se podrían adoptar medidas más contundentes contra el régimen norcoreano. "Algunos miembros han discutido aplicar medidas bajo el Capítulo VII de la Carta de la ONU, pero estas negociaciones están sólo en el comienzo", puntualizó.
Durante la sesión, el embajador de EEUU ante la ONU, John Bolton, presentó al Consejo de Seguridad una serie de elementos para ser incorporados en un proyecto de resolución que quiere adoptar con la mayor urgencia posible. "Estamos buscando una resolución bajo el Capítulo VII de la Carta de la ONU", indicó el diplomático. El Capítulo VII autoriza la imposición de sanciones económicas y diplomáticas, así como también prevé la intervención militar, pero debe ser especificado en la resolución.
Pese a desconocerse los detalles de la propuesta de EEUU, fuentes del Consejo indicaron que Bolton barajó la posibilidad de inspeccionar los cargamentos que entran y salen de Corea del Norte o un embargo de armas total, así como también la congelación de activos financieros asociados con los programas nucleares. EEUU cuenta ya con el apoyo de Reino Unido y Francia, países que consideran que ya ha llegado el momento para adoptar una resolución que invoque el capítulo VII.
El embajador francés ante la ONU, Jean Marc de la Sabliere, también manifestó que había llegado el momento del Consejo de actuar con firmeza ante "un acontecimiento tan serio que afecta a la paz, y la seguridad regional y mundial". "Debemos fortalecer la resolución 1695 del Consejo de Seguridad. Creemos que es el momento para (aplicar) el Capítulo VII", agregó. Por su parte, el embajador del Reino Unido, Emyr Jones Parry, consideró que la acción de Pyongyang es "irresponsable", ya que afecta a la estabilidad regional e internacional, y que el Consejo debe responder teniendo en mente la "desnuclearización de la península de Corea".
El desafío norcoreano también ha provocado una reacción firme de los demás miembros del Consejo, incluida China, que siempre ha protegido al asilado régimen de Corea del Norte, país con quien tiene importantes relaciones comerciales. El embajador de China, Wang Guangya, reiteró la declaración oficial de condena de su gobierno al ensayo nuclear, y expresó su disposición de trabajar con el Consejo para adoptar una "respuesta con un lenguaje firme". Aún así, manifestó que se debe "dejar abierta la puerta de la diplomacia", por lo que defendió la reanudación de las conversaciones a seis bandas sobre el programa nuclear norcoreano, que auspicia Pekín, en las que participan también las dos Coreas, Rusia, Japón y EEUU.
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, también se unió a la voces de condena, tras anotar que la acción "viola las normas internacionales de desarme y no proliferación, así como la actual moratoria sobre los ensayos nucleares". De este modo, urgió a las partes a hacer frente a este desafío de una "manera constructiva" y a reanudar seriamente las conversaciones a seis bandas: China, las dos Coreas, Rusia, EEUU y Japón. "Esta prueba nuclear es una razón más para que la comunidad internacional renueve sus esfuerzos colectivos para la entrada en vigor de Tratado de Prohibición Total de Pruebas Nucleares (CTBT, siglas en inglés) y avanzar hacia el desarme nuclear multilateral", remarcó. Este tratado, que prohíbe las pruebas nucleares con explosiones, ha sido firmado por 176 países, aunque para poder entrar en vigor debe ser ratificado por los 44 países que disponen de programas nucleares.
Bush: "Merece una respuesta inmediata"
Esta condena se produce después de que el presidente de EEUU, George W. Bush, haya asegurado este lunes que "la comunidad internacional responderá" a la amenaza que supone la prueba nuclear realizada por Corea del Norte
En una declaración hecha desde la Casa Blanca y centrada exclusivamente en el caso norcoreano, el presidente ha subrayado que el paso dado por Pyongyang plantea "una amenaza para la paz internacional y la seguridad". Por ello, ha remarcado, "merece una respuesta inmediata" del Consejo de Seguridad de la ONU, que es el organismo competente para la eventual imposición de sanciones al régimen norcoreano.
El presidente dijo que había hablado con sus socios en el proceso de negociaciones a seis bandas sobre el desarme nuclear de Pyongyang (en el que participan Japón, China, Rusia y Corea del Sur, además de EEUU y la propia Corea del Norte) y que todos coinciden en que la actitud de ese país es "inaceptable". Concretamente, Bush dijo que había hablado por teléfono con los líderes de Corea del Sur, China, Rusia y Japón, para reafirmar la posición común en contra de las ambiciones nucleares de ese país. "Una vez más, Corea del Norte ha desafiado la voluntad de la comunidad internacional, y la comunidad internacional responderá", ha subrayado.
A la espera de que se confirme exactamente cuál ha sido el movimiento efectuado por el régimen norcoreano el domingo, Bush dejó claro que el simple hecho de que las autoridades de ese país hayan anunciado la conclusión de un ensayo atómico "constituye una amenaza" para la estabilidad y la seguridad internacional.