L D (EFE) El fracaso de este congreso que había comenzado en Reims el pasado viernes, quedó en evidencia con el hecho de que Hollande renunciara a su discurso de clausura, que para él debía ser también de despedida tras once años al frente de la formación. "Nadie ha ganado pero se ha perdido mucho en la búsqueda de una mayoría", había admitido el todavía primer secretario, tras constatar que en las negociaciones que se llevaron a cabo la pasada madrugada no se logró una mayoría por alianzas entre las cuatro mociones que competían por hacerse con las riendas del PS.
Ségolène Royal, cuya moción había sido la que terminó en primera posición en el voto de los militantes el pasado día 6 con un 29 por ciento de los sufragios, confirmó esta mañana que concurrirá a suceder a Hollande, su ex pareja, con el que mantiene desde la separación de ambos en 2007 una confrontación también en el plano político.
La ex candidata socialista a la presidencia francesa el pasado año y presidenta de la región Poitou-Charentes, lamentó que "no se ha aprovechado la mano tendida" que había ofrecido a los cabezas de las otras tres mociones. "Hago un llamamiento a todos los militantes, que van a asumir sus responsabilidades para saber qué partido quieren: el de los métodos de otro tiempo o un PS orientado al futuro con una nueva generación y nuevos métodos", señaló en una reiteración del mensaje de que se enfrenta al aparato del partido al que acusó de no haberla apoyado bastante cuando disputó la presidencia del país a Nicolas Sarkozy.
El alcalde de París, Bertrand Delanoe, hizo saber esta mañana que renuncia a concurrir por el puesto de primer secretario pese a haber liderado una de las cuatro mociones sometidas a los militantes el pasado día 6 (quedó entonces en segunda posición con el 25 por ciento de los sufragios) porque "no hay que añadir división a la división". Delanoe, que había tratado de constituir un frente común con Aubry, finalmente optó por no dar consigna de voto alegando que no quería poner más leña en el fuego de lo que calificó de "guerra de jefes", tras declararse "triste y decepcionado".
Justificó esa aparente neutralidad al indicar que "por una parte hay una concepción del partido que inquieta", en alusión a Royal, y "por otra una línea política que no es la nuestra", en referencia a la otra gran rival, la ex ministra y alcaldesa de Lille. Aubry (su moción tuvo el 24 por ciento) tras formalizar su candidatura para liderar el partido, reprochó a Delanoe esa ausencia de consigna de voto porque así asume "la responsabilidad de librar el partido a Ségolène Royal, con quien se comportan como aliado objetivo".
La alcaldesa, proyectándose más allá del próximo jueves, dijo comprometerse a que el PS "esté unido después del voto de los militantes. Es decir, que sea capaz de respetar a la mayoría, de respetar a la minoría" para combatir a Sarkozy porque "al margen de las matizaciones que no nos han permitido unirnos tendremos que estar en la calle la semana próxima con los movimientos sociales".
Royal, que manifestó que "hubiera sido mejor" salir del congreso "reunidos", lanzó dardos contra Aubry y contra Hamon al recordar que "los militantes ya habían votado una vez", en referencia a que ella había terminado en cabeza.
"Me hubiera gustado que los otros miembros de las otras mociones hubieran hecho como Hilary Clinton con Barack Obama" y se hubieran retirado de la carrera, argumentó, antes de añadir que si sale elegida primera secretaria, su primera iniciativa será organizar "un foro global", para discutir sobre la crisis en paralelo al G20, con "los que nunca tienen la palabra".
El eurodiputado Hamon, que había llegado a Reims con un respaldo del 18 por ciento de los militantes y al que se identifica con el ala más izquierdista del PS, intentó presentarse como el candidato de la renovación que llevaría al frente de la dirección a una nueva generación.
El congreso del Partido Socialista francés fracasa al finalizar sin líder
El congreso del Partido Socialista francés ha fracasado al finalizar dividido y sin resolver la sucesión de su primer secretario François Hollande, que dejó el voto en manos sus militantes de cara a elegir entre las favoritas Ségolène Royal, Martin Aubry, y un tercero, Benoît Hamon.
En Internacional
0
comentarios
Servicios
- Radarbot
- Libro
- Curso
- Escultura