LD (EFE) El Consejo de Ética de la Cámara Baja del Congreso de Brasil interrogará al diputado Roberto Jefferson, presidente del Partido Laborista Brasileño, que ha acusado al Partido de los Trabajadores de "comprar" en el Parlamento fidelidades para el Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva.
Jefferson ha provocado la mayor crisis política en Brasil desde que el presidente Luiz Inacio Lula da Silva llegó al poder, en 2003, al denunciar hace una semana que el tesorero del PT, Delubio Soares, pagaba el equivalente a doce mil dólares mensuales a legisladores para que respaldasen al Ejecutivo en el Parlamento.
El legislador pasó seis días encerrado en su casa, se dejó oír cantando óperas y ofreció champán a reporteros que montaban guardia ante su apartamento, y el domingo pasado arremetió de nuevo, con más detalles sobre las supuestas corruptelas. Incluyó en los chanchullos al presidente del PT, José Genoino; al secretario general del partido oficial, Silvio Pereira, y sugirió que el ministro jefe de Gabinete, José Dirceu, considerado la "mano derecha" de Lula, también estaba involucrado.
El PT y los partidos oficialistas han negado las acusaciones y sostienen que son consecuencia de la "desesperación" de Jefferson, quien a su vez es investigado por licitaciones públicas amañadas en Correos y el Instituto de Reaseguros, ambos estatales.