LD (EFE) Respaldado por miles de productores de hoja de coca de la región del Chapare, en Cochabamba, el líder indígena Evo Morales ha cerrado su campaña presidencial con vistas a las elecciones de este domingo. Aunque empañado por una pertinaz lluvia que obligó a recortar el acto, y que el líder cocalero interpretó como "una bendición de San Pedro", la concentración de campesinos fue la más multitudinaria entre todas las celebradas durante la campaña electoral boliviana.
Más de 45.000 personas abarrotaron el estadio Félix Capriles y mostraron el poder de convocatoria del dirigente del Movimiento Al Socialismo (MAS) que aspira a presidir esta nación, la más pobre de sudamérica. Los pronósticos le dan la victoria, aunque con una ventaja de sólo cinco puntos sobre Jorge Quiroga, quien eligió a la pujante ciudad de Santa Cruz de la Sierra, donde tiene más respaldo, para concluir su acto de campaña en otro mitin multitudinario.
Los simpatizantes entonaron frenéticos cantos que rabiosamente anticipaban el triunfo del líder cocalero, quien prometió, en su alocución, liberar al país del neoliberalismo y nacionalizar los hidrocarburos. "Refundaremos Bolivia de un sopapo y acabaremos con todas las leyes neoliberales", dijo Morales, quien agregó que "queremos paz con justicia social, paz con equidad, con igualdad, con principio de equilibrio", tras pedir a los empresarios e intelectuales "una oportunidad".