LD (Agencias) El periódico editado en Sydney, The Australian publica que el “cerebro”de la masacre de la turística isla de Bali, Imam Samudra, gritó "Dios es grande, abajo América, habrá otro ataque después de Riad", justo cuando era conducido al camión blindado que iba a devolverle a su celda tras una comparecencia prejudicial ante la oficina del fiscal en Indonesia.
Imam Samudra fue detenido el pasado noviembre en Java Oriental (Indonesia), y confesó su responsabilidad en el ataque contra una discoteca balinesa el pasado 12 de octubre que mató a 202 personas e hirió a más de 350. Según el diario, el comisario de la Policía Federal Australiana, Mick Keelty, restó importancia a las amenazas de Samudra e indicó que son similares a las realizadas por otros terroristas en los últimos años. Lo hacen "para que parezca que han tenido cierta participación o victoria en eventos ocurridos en otras partes del mundo", explicó Keelty.
Sin embargo, el citado rotativo señaló que las autoridades locales se mostraron sorprendidas de que Samudra conociera los ataques de Riad (Arabia Saudí), en los que murieron al menos 34 personas. Además, el comentario de Samudra ha renovado el interés en descubrir los vínculos entre Yemaah Islamiya (JI) y otros grupos islámicos radicales en el Sudeste Asiático, agregó el diario.
Imam Samudra fue detenido el pasado noviembre en Java Oriental (Indonesia), y confesó su responsabilidad en el ataque contra una discoteca balinesa el pasado 12 de octubre que mató a 202 personas e hirió a más de 350. Según el diario, el comisario de la Policía Federal Australiana, Mick Keelty, restó importancia a las amenazas de Samudra e indicó que son similares a las realizadas por otros terroristas en los últimos años. Lo hacen "para que parezca que han tenido cierta participación o victoria en eventos ocurridos en otras partes del mundo", explicó Keelty.
Sin embargo, el citado rotativo señaló que las autoridades locales se mostraron sorprendidas de que Samudra conociera los ataques de Riad (Arabia Saudí), en los que murieron al menos 34 personas. Además, el comentario de Samudra ha renovado el interés en descubrir los vínculos entre Yemaah Islamiya (JI) y otros grupos islámicos radicales en el Sudeste Asiático, agregó el diario.