L D (EFE) Las 600.000 personas registradas hasta el momento pertenecen a áreas muy limitadas, aquellas en las que la situación está más estable, y además sólo un 13 por ciento son mujeres.
Los equipos de registro, para los que la Comisión Europea ha destinado una ayuda de 30 millones de euros, tienen que reforzar su trabajo para poder realizarlo en el escaso plazo disponible, pero el problema es que la falta de seguridad en muchas zonas impide el desarrollo normal de su tarea.
De ahí que la Comisión esté "extremadamente preocupada" por esta cuestión, al igual que Naciones Unidas, que está asumiendo un papel principal para tratar de acelerar el registro "de forma drástica". "Más allá de los problemas de las drogas y de la seguridad, Afganistán se enfrenta al desafío de preparar unas elecciones este año, que son la piedra angular del Proceso de Bonn para la estabilización y democratización" del país, señaló la Comisión Europea en un comunicado.
Pero para lograr esa estabilización y democratización es necesario además acabar con la inseguridad, con el cultivo de opio y con las amenazas terroristas, que forman "un círculo vicioso que hay que romper". "Hay un complejo síndrome formado por el terrorismo, las drogas y la inseguridad" y para combatirlo se necesita un refuerzo de la ley en todas las áreas, lo que pasa por una extensión de las fuerzas de la OTAN en ese país, señaló la Comisión. Según la misma fuente, "no se puede dejar a los señores de la guerra participar en la producción del opio, que supone el 50% del Producto Interior Bruto del país".
"La voluntad política está ahí", lo que supone una garantía para el proceso democrático hacia las elecciones y hacia la reconstrucción y estabilización del país. Pero también es necesaria una mayor colaboración por parte de los países donantes de la comunidad internacional, que se reunirán de nuevo a finales de marzo en Berlín, agregaron las mismas fuentes. La Comisión Europea se comprometió en la Conferencia de donantes de Tokio de 2002 a entregar 1.000 millones de dólares en cinco años y en la reunión de Berlín se esperan "nuevas contribuciones significativas" por parte de Estados Unidos y Japón.
Otra cuestión que se debatirá será la nueva Constitución, aprobada el 4 de enero por la Loya Yirga o Gran Asamblea de las tribus afganas. Según la Comisión Europea, hay un artículo "que ha generado algunas preocupaciones, también en Afganistán", en el que se señala que las leyes no serán contrarias a la tradición musulmana, fórmula que, en opinión de los defensores de los derechos humanos, podría servir para introducir la "sharia" o ley islámica, sin citarla expresamente. Hay que comprobar que la "sharia" no se "interprete de forma excesiva que impida la adecuada aplicación de los estándares internacionales en materia de derechos humanos", agregó la misma fuente.
Todas estas cuestiones están en la agenda del comisario europeo de Relaciones Exteriores, Chris Patten, que visitará Afganistán el martes y miércoles de la próxima semana y donde tiene previsto reunirse, entre otros, con el presidente transitorio afgano, Hamid Karzai, y los ministros de Asuntos Exteriores, Abdullah Abdullah, y de Economía, Ashraf Ghani. Patten formará parte de la llamada "troika comunitaria", que integrarán además los ministros de Asuntos Exteriores de Irlanda (país que ocupa la presidencia de la UE), Brain Cowen, y de Holanda (que ostentará la presidencia en el segundo semestre de este año), Bernard R. Bot.
Los equipos de registro, para los que la Comisión Europea ha destinado una ayuda de 30 millones de euros, tienen que reforzar su trabajo para poder realizarlo en el escaso plazo disponible, pero el problema es que la falta de seguridad en muchas zonas impide el desarrollo normal de su tarea.
De ahí que la Comisión esté "extremadamente preocupada" por esta cuestión, al igual que Naciones Unidas, que está asumiendo un papel principal para tratar de acelerar el registro "de forma drástica". "Más allá de los problemas de las drogas y de la seguridad, Afganistán se enfrenta al desafío de preparar unas elecciones este año, que son la piedra angular del Proceso de Bonn para la estabilización y democratización" del país, señaló la Comisión Europea en un comunicado.
Pero para lograr esa estabilización y democratización es necesario además acabar con la inseguridad, con el cultivo de opio y con las amenazas terroristas, que forman "un círculo vicioso que hay que romper". "Hay un complejo síndrome formado por el terrorismo, las drogas y la inseguridad" y para combatirlo se necesita un refuerzo de la ley en todas las áreas, lo que pasa por una extensión de las fuerzas de la OTAN en ese país, señaló la Comisión. Según la misma fuente, "no se puede dejar a los señores de la guerra participar en la producción del opio, que supone el 50% del Producto Interior Bruto del país".
"La voluntad política está ahí", lo que supone una garantía para el proceso democrático hacia las elecciones y hacia la reconstrucción y estabilización del país. Pero también es necesaria una mayor colaboración por parte de los países donantes de la comunidad internacional, que se reunirán de nuevo a finales de marzo en Berlín, agregaron las mismas fuentes. La Comisión Europea se comprometió en la Conferencia de donantes de Tokio de 2002 a entregar 1.000 millones de dólares en cinco años y en la reunión de Berlín se esperan "nuevas contribuciones significativas" por parte de Estados Unidos y Japón.
Otra cuestión que se debatirá será la nueva Constitución, aprobada el 4 de enero por la Loya Yirga o Gran Asamblea de las tribus afganas. Según la Comisión Europea, hay un artículo "que ha generado algunas preocupaciones, también en Afganistán", en el que se señala que las leyes no serán contrarias a la tradición musulmana, fórmula que, en opinión de los defensores de los derechos humanos, podría servir para introducir la "sharia" o ley islámica, sin citarla expresamente. Hay que comprobar que la "sharia" no se "interprete de forma excesiva que impida la adecuada aplicación de los estándares internacionales en materia de derechos humanos", agregó la misma fuente.
Todas estas cuestiones están en la agenda del comisario europeo de Relaciones Exteriores, Chris Patten, que visitará Afganistán el martes y miércoles de la próxima semana y donde tiene previsto reunirse, entre otros, con el presidente transitorio afgano, Hamid Karzai, y los ministros de Asuntos Exteriores, Abdullah Abdullah, y de Economía, Ashraf Ghani. Patten formará parte de la llamada "troika comunitaria", que integrarán además los ministros de Asuntos Exteriores de Irlanda (país que ocupa la presidencia de la UE), Brain Cowen, y de Holanda (que ostentará la presidencia en el segundo semestre de este año), Bernard R. Bot.