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El caos se apodera de Monrovia a pocas horas de la dimisión del presidente Taylor

La situación en Monrovia, la capital de Liberia, a escasas horas de la prevista dimisión del presidente Charles Taylor y su posible salida para el exilio, presenta una situación de caos y anarquía, protagonizada por los combatientes de ambos bandos en actos de pillaje y violaciones de mujeres y niñas. Los rebeldes mantienen sus posiciones y amenazan con retomar las hostilidades.

L D (EFE) La llegada a Monrovia de la avanzadilla, unos 500 hombres de los 3.250 esperados, de las fuerzas pacificadoras de la Comunidad Económica de los Estados de África del Oeste se pensaba que podría aliviar la situación, pero no ha sido así hasta el momento.

El rebelde Liberianos Unidos para la Reconciliación y la Democracia ha declarado que “la palabra de Taylor no es fiable” y no confía en que voluntariamente abandone el país tras su dimisión y traspaso de poder el lunes, tal como ha prometido. Esta es la condición única para que la rebelión deponga las armas y retire a sus milicias que cercaron Monrovia después de ganar el control prácticamente de todo el territorio nacional desde el inicio de la revolución en 1999.

Para ello el embajador de Estados Unidos en Liberia, John Blaney, junto a una delegación de técnicos militares de su país y el jefe de la fuerza militar de la CEDEAO, el general de brigada nigeriano Festus Okonkwo, tratan de persuadir de nuevo a los rebeldes para que replieguen a sus efectivos. La intención de la CEDEAO es abrir “pasillos seguros” para la urgente distribución entre la desvalida población de alimentos, enseres y medicinas por las agencias humanitarias, que aguardan una situación de mayor seguridad para hacerlo.

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