L D (EFE) La llegada a Monrovia de la avanzadilla, unos 500 hombres de los 3.250 esperados, de las fuerzas pacificadoras de la Comunidad Económica de los Estados de África del Oeste se pensaba que podría aliviar la situación, pero no ha sido así hasta el momento.
El rebelde Liberianos Unidos para la Reconciliación y la Democracia ha declarado que “la palabra de Taylor no es fiable” y no confía en que voluntariamente abandone el país tras su dimisión y traspaso de poder el lunes, tal como ha prometido. Esta es la condición única para que la rebelión deponga las armas y retire a sus milicias que cercaron Monrovia después de ganar el control prácticamente de todo el territorio nacional desde el inicio de la revolución en 1999.
Para ello el embajador de Estados Unidos en Liberia, John Blaney, junto a una delegación de técnicos militares de su país y el jefe de la fuerza militar de la CEDEAO, el general de brigada nigeriano Festus Okonkwo, tratan de persuadir de nuevo a los rebeldes para que replieguen a sus efectivos. La intención de la CEDEAO es abrir “pasillos seguros” para la urgente distribución entre la desvalida población de alimentos, enseres y medicinas por las agencias humanitarias, que aguardan una situación de mayor seguridad para hacerlo.
El rebelde Liberianos Unidos para la Reconciliación y la Democracia ha declarado que “la palabra de Taylor no es fiable” y no confía en que voluntariamente abandone el país tras su dimisión y traspaso de poder el lunes, tal como ha prometido. Esta es la condición única para que la rebelión deponga las armas y retire a sus milicias que cercaron Monrovia después de ganar el control prácticamente de todo el territorio nacional desde el inicio de la revolución en 1999.
Para ello el embajador de Estados Unidos en Liberia, John Blaney, junto a una delegación de técnicos militares de su país y el jefe de la fuerza militar de la CEDEAO, el general de brigada nigeriano Festus Okonkwo, tratan de persuadir de nuevo a los rebeldes para que replieguen a sus efectivos. La intención de la CEDEAO es abrir “pasillos seguros” para la urgente distribución entre la desvalida población de alimentos, enseres y medicinas por las agencias humanitarias, que aguardan una situación de mayor seguridad para hacerlo.