L D (EFE) El partido que lidera el Gobierno austriaco no solo perdía a más de la mitad de su electorado en Carintia, donde cayó a cotas mínimas desconocidas, sino que se veía obligado a ceder el poder en el estado de Salzburgo.
Para disgusto del canciller y presidente del OeVP, Volfgang Schüssel, el Partido Popular se convertía, por primera vez desde 1945, en la segunda fuerza del "Land" considerado como el más conservador de Austria, ampliamente superado por la oposición socialdemócrata (SPOe) y su carismática líder regional Gabi Burgstaller.
Los populares son sin duda alguna los grandes derrotados del domingo electoral en Austria, donde los socialdemócratas ganaron porcentajes tanto en Salzburgo como en Carintia, mientras los verdes aumentaron su presencia en el primero de los parlamentos regionales y accedieron por primera vez al segundo.
Haider ha vuelto a demostrar que los liberales no son nada sin su figura. Los analistas consideran seguro que no tardará en asumir de nuevo la presidencia del partido, que se vio obligado a ceder ante las presiones de la Unión Europea, que llegó a dictar incluso sanciones contra Austria cuando se formó en febrero de 2000 la primera coalición de Gobierno en Viena con el OeVP de Schüssel. Este último se verá además sometido a partir de ahora a una mayor presión por parte del Gobernador de Carintia, quien, aunque no abandonará su feudo, si tratará de influir decisivamente en los dictados del Gobierno federal a través de sus correligionarios en el gabinete ministerial.
Para disgusto del canciller y presidente del OeVP, Volfgang Schüssel, el Partido Popular se convertía, por primera vez desde 1945, en la segunda fuerza del "Land" considerado como el más conservador de Austria, ampliamente superado por la oposición socialdemócrata (SPOe) y su carismática líder regional Gabi Burgstaller.
Los populares son sin duda alguna los grandes derrotados del domingo electoral en Austria, donde los socialdemócratas ganaron porcentajes tanto en Salzburgo como en Carintia, mientras los verdes aumentaron su presencia en el primero de los parlamentos regionales y accedieron por primera vez al segundo.
Haider ha vuelto a demostrar que los liberales no son nada sin su figura. Los analistas consideran seguro que no tardará en asumir de nuevo la presidencia del partido, que se vio obligado a ceder ante las presiones de la Unión Europea, que llegó a dictar incluso sanciones contra Austria cuando se formó en febrero de 2000 la primera coalición de Gobierno en Viena con el OeVP de Schüssel. Este último se verá además sometido a partir de ahora a una mayor presión por parte del Gobernador de Carintia, quien, aunque no abandonará su feudo, si tratará de influir decisivamente en los dictados del Gobierno federal a través de sus correligionarios en el gabinete ministerial.