LD (EFE) El mando militar de EEUU en Bagdad ha informado que las fuerzas de seguridad iraquíes recibieron la responsabilidad de mantener la seguridad y el orden en la conflictiva provincia de Al-Anbar. El traspaso estaba programado para cumplirse meses atrás, pero fue pospuesto a raíz de una ola de violencia terrorista que incluyó varios atentados terroristas suicidas que han dejado decenas de muertos.
El portavoz del Ministerio de Defensa de Irak, general Mohammed al-Askari, informó que rige un toque de queda en la provincia de Al-Anbar, la más extensa del país, como parte del traspaso de funciones entre fuerzas estadounidenses e iraquíes. La conflictiva región es la undécima que queda bajo responsabilidad de las autoridades de Bagdad.
En las últimas horas, en Ramadi, la capital de la provincia y situada a cien kilómetros al oeste de Bagdad, quedaron desplegadas tropas iraquíes en puntos de control en esa ciudad y otras de la misma región, fronteriza con Siria, Jordania y Arabia Saudí.
La transferencia formal tuvo lugar en un acto público que se celebró en Ramadi y en el que participaron jefes castrenses de EEUU y altos responsables de las fuerzas militares y de seguridad de Irak. Anbar llegó a ser una de las regiones más violentas de Irak. Allí surgieron los grupos ligados a la red terrorista internacional de Al-Qaeda y su principal cabecilla, Abú Musab al-Zarquai, tenía su sede en esa zona antes de ser expulsado hacia la provincia de Diyala.