L D (EFE) El régimen de Kim Jong Il ha exigido a Estados Unidos que le excluya de la lista de los países que apoyan el terrorismo y que suspenda las sanciones económicas y militares como condición para seguir hablando.
Según dijo un portavoz del ministerio norcoreano de Asuntos Exteriores a la agencia de noticias KCNA, Pyongyang ha pedido además a EEUU y a otros países de la región el envío de combustible y el suministro de energía eléctrica para hacer frente a su precaria situación. "Esta no es la actitud que (los norcoreanos) deberían adoptar", dijo el portavoz del Departamento de Estado, Richard Boucher, quien reiteró que las conversaciones a seis bandas -EEUU, las dos Coreas, Japón, China y Rusia- no deberían estar sujetas a condiciones.
Boucher recordó que el presidente estadounidense, George W. Bush, ha ofrecido a Pyongyang "garantías de seguridad" de que no será atacado militarmente y subrayó que los contactos no se desarrollarán en función de las concesiones que puedan hacer las partes. "Hemos aceptado el consenso (...) de que debería haber una península coreana libre de armas nucleares y también hemos dejado claro que tenemos la voluntad de ofrecer garantías de seguridad", afirmó el portavoz del Departamento de Estado.
Aceptado el marco general y la estructura para esta segunda ronda multilateral, añadió Boucher, "no es el momento de que una de las partes, en este caso los norcoreanos, empiecen a elaborar largas listas con las cosas que pueden pedir antes de las conversaciones".
Según dijo un portavoz del ministerio norcoreano de Asuntos Exteriores a la agencia de noticias KCNA, Pyongyang ha pedido además a EEUU y a otros países de la región el envío de combustible y el suministro de energía eléctrica para hacer frente a su precaria situación. "Esta no es la actitud que (los norcoreanos) deberían adoptar", dijo el portavoz del Departamento de Estado, Richard Boucher, quien reiteró que las conversaciones a seis bandas -EEUU, las dos Coreas, Japón, China y Rusia- no deberían estar sujetas a condiciones.
Boucher recordó que el presidente estadounidense, George W. Bush, ha ofrecido a Pyongyang "garantías de seguridad" de que no será atacado militarmente y subrayó que los contactos no se desarrollarán en función de las concesiones que puedan hacer las partes. "Hemos aceptado el consenso (...) de que debería haber una península coreana libre de armas nucleares y también hemos dejado claro que tenemos la voluntad de ofrecer garantías de seguridad", afirmó el portavoz del Departamento de Estado.
Aceptado el marco general y la estructura para esta segunda ronda multilateral, añadió Boucher, "no es el momento de que una de las partes, en este caso los norcoreanos, empiecen a elaborar largas listas con las cosas que pueden pedir antes de las conversaciones".