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EEUU rechaza la expulsión de Arafat y pide un compromiso claro de la ANP contra los terroristas

El Gobierno estadounidense ha pedido explicaciones a Israel sobre el significado de la decisión del gabinete de seguridad de “hacer desaparecer” de la zona al presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Yaser Arafat. Tel-Aviv responsabiliza al “rais” de la última ola de atentados terroristas. El Departamento de Estado señala que “Arafat es parte del problema y no de la solución”.

LD (Agencias) Tras hacerse pública la decisión israelí, la consejera de Seguridad Nacional, Condoleezza Rice, telefoneó urgentemente a Dow Weisglass, director de la oficina del primer ministro Ariel Sharon, para aclararle la postura en contra de EEUU. Rice recordó a Weisglass, con quien se ha entrevistado en decenas de ocasiones estos últimos dos años, la promesa que el primer ministro Sharon hizo en 2001 al presidente George Bush, de que no tocaría físicamente a Arafat.

Por otro lado, la mañana de este viernes el embajador de EEUU, Dan Kurtzer, se entrevistó a primera hora con el ministro israelí de Defensa, Shaul Mofaz, a quien pidió detalles sobre el significado práctico de la decisión, que no será aplicada de forma inmediata. "Israel ha cometido un error histórico en el pasado por no echar a Arafat de la zona", dijo Mofaz al salir de la reunión. Y agregó: "Arafat es un obstáculo para todo avance en el proceso de paz". El ministro de Defensa también expresó el compromiso de Israel con el proceso de paz y la “Hoja de ruta” del proceso de paz diseñado por el “Cuarteto de Madrid”.

El principal problema con el que tiene que lidiar ahora Washington es la reaparición de Arafat como líder palestino, después de que Bush y su Gobierno le han relegado. La administración estadounidense se opone a la deportación de Arafat, oficialmente porque “no ayudaría -según Richard Boucher-, porque sólo serviría para que actuara desde otro escenario”. Un antiguo embajador de EEUU en Israel durante el Gobierno de Bill Clinton, Martin Indyk, se ha mostrado partidario de que Israel expulse a Arafat pero tome medidas auténticas para calmar al pueblo palestino, como abandonar algunos asentamientos en Cisjordania. El ex diplomático cree que la expulsión del “rais” no debería ser un movimiento contra el terrorismo, sino para tratar de agilizar el proceso de paz en el lado palestino.

Washington insiste en que en el liderazgo palestino no importan los nombres sino sus acciones, y pide el desmantelamiento de los grupos terroristas, la unificación de los servicios de seguridad y la gestión transparente de la economía palestina. “Tiene que haber un compromiso claro, autoridad clara y recursos claros en las manos del primer ministro para que pueda actuar eficazmente contra los grupos terroristas y establecer las instituciones del futuro Estado palestino”, dijo Boucher. Por ello, Washington ha recibido de forma negativa la decisión de unificar los servicios de seguridad palestinos bajo Arafat.

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